No fui violada: Turista española
Relata turista española su secuestro en Cancún: No fue violada.
“Soy una afortunada, aquí secuestran a las chicas, las violan, las matan y las dejan por ahí tiradas”. Itziar Rodríguez Santos, quien se dijo en primera instancia fue violada, confirma que esto fue falso. Ella fue secuestrada por un hombre armado con un fusil de asalto y fue arrastrada por la selva durante horas hasta que pudo escapar de su captor.
Asegura que disfrutaba junto a su novio de una semana de vacaciones en Cancún. La zona que iban a visitar no era nueva, ya que tres días atrás habían estado por los alrededores. “El viaje nos estaba encantando”, comentó.
“Abordamos una van turística, como habíamos hecho los otros días, e íbamos a una zona muy tranquila”, explica. La gente les había asegurado que no había riesgo. Pero de repente todo cambió. Un hombre al interior de la van sacó un fusil de una especie de mochila.
“El hombre estaba muy nervioso y era bastante agresivo, quería que le diéramos nuestro dinero y llevaba una AK-47”. “El hombre parecía indeciso, ya que nos retuvo durante 40 minutos en la van hasta que ordenó pararla”. Entonces le dijo a Itziar –la española– que se iba con él, como “seguro”. “Mi novio intentó evitarlo, y le golpeó con la culata del arma en la cara”, contó.
Tras bajarse, el atracador abandonó la carretera federal 307, que une Cancún y Playa del Carmen, para adentrarse en una zona verde.
“Estoy llena de rasguños, arañazos de alambres, picaduras de mosquito, también me han tenido que dar una pastilla porque parece que soy alérgica a algunas de las plantas de aquí”, explicó la joven. Fue entonces cuando su novio, Juan, de 29 años, salió de la unidad para avisar a las autoridades locales, que se apresuraron a organizar un operativo de búsqueda coordinado entre Policía Municipal, Guardia Nacional, Marina, Policía Estatal e incluso un helicóptero de la Policía.
“Entonces escuchó el helicóptero y se puso más nervioso. Le temblaba el pulso. Decía que estaba cansado, que no sabía qué hacer, que íbamos a salir a la carretera, que tomaríamos un transporte público y que no llorara porque mataría a todos los presentes”.
Su objetivo -según Itziar- parecía ser llegar a la zona más pobre y rural de Cancún, donde “se le veía más cómodo”. Ante la posibilidad de salir corriendo y escapar, Itziar explicó que no lo hizo por temor a que hubiera más cómplices.
‘Me gané su confianza’
“Me compró agua y un paquete de cigarros, y como le obedecía me gané su confianza. Además, él me trataba como si fuese su novia, para disimular públicamente”. Fue entonces cuando volvió a pasar a la acción.
“Primero se fue a encarar a unos porque le llevaban la contraria; después dijo que íbamos a robar en una tienda, pero al llegar había niños y no lo hizo. En la siguiente sí lo hizo y nos fuimos en un taxi”.
“Tras huir, ordenó parar al taxi para asaltar una casa, pero esta vez no le acompañé, porque ya confiaba en mí”, confirma. “Entonces, el taxista me preguntó que si estábamos seguros, yo le dije que ninguno de los dos lo estábamos. Arrancó el taxi y por fin escapé”.
Aunque Itziar cree que, a pesar de todo, no quería hacerle daño. “Parecía desequilibrado, creo que ni él sabe lo que quería, pero ni me hizo daño ni intentó abusar de mí”, como publicaron varios medios de México”, aseguró.