En ‘El Bosque’ una colonia de la costa de Centla, los habitantes están cansados que cada vez que se levanta el oleaje fuerte no puedan librarse de ver cómo el agua se mete a sus viviendas, las derrumba y hasta se las ´traga’.
‘El Bosque’ es una comunidad ubicada a 12 kilómetros al norte de la ciudad de Frontera, a orillas del mar, en la desembocadura del río Grijalva.
“Las fuertes olas que se presentan en cada temporal y que azotan la costa de Centla se ‘devoran’ hasta tres metros de playa”, así lo narran los propios vecinos que con espanto ven desaparecer su patrimonio.
Y es que señalan que ni las oraciones detienen la furia del mar y en tan solo el último norte, derribó más viviendas, que hasta el momento suman 20.
Arboles de diversas especies, cocoteros y hasta postes de energía eléctrica y telefonía de la última calle fueron arrasados por la furia del mar.
Habitantes que llegaron desde hace 40 años, como Margarita Cardoza, fundadora de la colonia, mencionan que en los últimos 10 meses el mar ha avanzado más de 100 metros, llevándose una calle y unas 20 viviendas y amenaza ya con llevarse otras casas y hasta la escuela primaria del lugar.
Avanza exponencialmente la erosión
La erosión empezó hace 10 años; al principio avanzó lentamente, ahora ante la velocidad de la voracidad del mar temen que este asentamiento desaparezca este año.
El Bosque fue una colonia fundada en 1983 con familias de pescadores de Alvarado, Veracruz.
Antonio Merlín Coto, delegado municipal de ‘El Bosque’, explica que el problema es la ubicación del asentamiento que colinda al este y norte con el mar, al oeste con el río Grijalva y al sur con la carretera que los comunica con la cabecera municipal, la cual ha sido destruida por ciclones que han azotado esta zona costera, pero que los han soportado.
El problema, afirman, es la erosión marina que se comenzó a incrementar en los últimos años, que ha obligado a muchas familias a abandonar su patrimonio e irse a vivir con a lugares más seguros.