Ciudadanos y militantes de Morena clausuran simbólicamente oficinas de Aguakan en protesta
Esta mañana, un grupo de ciudadanos y militantes del partido Morena llevó a cabo una clausura simbólica de las oficinas de la empresa concesionaria de agua potable Aguakan, ubicadas en la avenida Yaxchilán de esta ciudad. Los manifestantes denunciaron los cobros excesivos por el servicio y la mala calidad del agua suministrada por la empresa.
Los inconformes colocaron una manta con la leyenda “clausurado” y pegaron varios carteles en la fachada de las oficinas de Aguakan, en los que se podía leer: “clausurado por el pueblo, por abusos recurrentes, cobros excesivos, cobrar aire en vez de agua, mala calidad del agua y ser mercenarios del agua”.
Gerardo Solís Barreto, activista y miembro de Morena, solicitó la intervención de la presidenta municipal, Ana Patricia Peralta de la Peña, para que exija a sus regidores que inicien un juicio contra la empresa y le retiren la concesión del servicio. Solís Barreto mencionó que esta clausura simbólica busca replicar lo que ya se realizó en Isla Mujeres, donde el Cabildo aprobó revocar la concesión a Aguakan debido a los abusos cometidos.
El activista hizo hincapié en que la consulta pública, en la que participaron más de 11 mil personas, es vinculante para revocar la concesión de Aguakan, y exigió que se cumpla la voluntad de la gente. Además, denunció que el agua suministrada por la empresa no es potable, sino clorada, lo cual justifica los cobros excesivos y abusivos que realiza la empresa. Incluso mostró un recibo de agua de una manifestante que ascendió a 11 mil pesos por el consumo de un mes.
Solís Barreto declaró que esta clausura simbólica se llevó a cabo para crear conciencia entre la población, ya que considera que el gobierno no está cumpliendo con su deber. Asimismo, desestimó las acusaciones de tintes políticos y aseguró que como activistas ya han presentado tres denuncias contra Aguakan por el derrame de agua que afecta el sistema de humedales Chacmuchuch, en Isla Mujeres.
El activista denunció que la empresa Aguakan se siente intocable y que esta acción de clausura simbólica se llevó a cabo debido a la falta de acción por parte del gobierno y los perjuicios que sufren los ciudadanos a causa de los cobros excesivos.
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