En medio de críticas internas y protestas, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) llevó a cabo su Asamblea Nacional, donde Alejandro Moreno Cárdenas consolidó su liderazgo al aprobarse cambios estatutarios que podrían permitirle permanecer en el cargo hasta 2032.
La sesión, que tuvo lugar a puerta cerrada en el Pepsi Center de la Ciudad de México, revirtió la prohibición que limitaba los periodos de la Presidencia y la Secretaría General, estableciendo ahora términos específicos de cuatro y tres años respectivamente, sin opción a reelección adicional.
En el documento oficial se justifica esta modificación como necesaria para alinear el partido con principios constitucionales de elección consecutiva, buscando modernizar y fortalecer la organización política mediante la profesionalización y la continuidad estratégica aprobada por su órgano máximo de decisión.
Durante su intervención, Moreno Cárdenas no solo defendió las reformas, sino que también lanzó acusaciones graves, vinculando a militantes del PRI con el asesinato de Luis Donaldo Colosio en 1994. Sin mencionar nombres específicos, afirmó que estos vínculos históricos han dañado gravemente la imagen del partido, prometiendo transparencia y rendición de cuentas.
Además, el dirigente priista rechazó cualquier forma de chantaje o humillación hacia el partido, declarando que los que buscan debilitarlo no tienen lugar en sus filas, y aseguró que el PRI se mantendrá como un actor decisivo en el panorama político nacional, defendiendo sus intereses con firmeza y autonomía.
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