“Los Carlos”: sus excesos de confianza y poder
Las indagatorias de GREMOL sobre el grupo de operadores de Sergio Castro en Quintana Roo y que es investigado por el SAT por operaciones con dinero presuntamente ilícito, ha dado con dos tabasqueños a quienes información de conocidos suyos en Tabasco, deja en claro que ninguno de los dos cuenta con estudios profesionales en Economía o Finanzas sino que solo utilizan un manual de procedimientos al margen de la ley para evadir al fisco y beneficiarse de ese dinero de diversos clientes entre los que se señala hasta a huachicoleros.
Carlos Sala del Rivero y Carlos Duprat llegaron de manera escalonada hace aproximadamente 8 años a Cancún procedentes de Tabasco para representar los intereses de quien denominan “el padre del Outsourcing”. El primero conocido como “el mentiroso” abrió la oficina que ha cambiado de sede en estos años pero que actualmente se encuentra paradójicamente a menos de 2 kilómetros de la oficina local del Sistema de Administración Tributaria.
Los factureros presumen gran relación y convivio con el personal de la oficina del SAT, información que será ampliada en siguientes reportajes con versiones de ex empleados. Hoy en día sus operaciones involucran a empresarios de distintas índoles y otros con recursos de dudosa procedencia.
A nivel social han llamado la atención por su rápida colocación en exclusivos clubes de autos exóticos, motos de lujo, de carreras, y hasta bicicletas con valor mayor de $350 mil pesos y colecciones de armas. Son clientes conocidos en el aeropuerto privado (FBO) por sus constantes vuelos internacionales, principalmente a Panamá y República Dominicana.
A decir de sus conocidos, han perdido el piso y extralimitado sus alcances con los negocios que ahora son seguidos por la Unidad de Inteligencia Financiera.
Bussines Art, el servicio incluye Notario Público
En una búsqueda en Internet es posible encontrar diferentes corporativos bajo el rubro Art Group, pero el Business Art Group que se domicilia en Cancún es diferente. Tan es así que el sistema de Administración Tributaria (SAT) “ya dio con el hilo de la madeja”, empezando la cuenta regresiva para Carlos Duprat Hernández y Carlos Sala del Rivero, dos tabasqueños que en un lapso corto de tiempo realizan gastos millonarios en diferentes partes del mundo: aviones privados, yates, viajes a Europa, el Caribe y Sudamérica, precisamente donde hay paraísos fiscales, ahí es donde no pasan inadvertidos. Y para el SAT tampoco están pasando inadvertidas sus operaciones que se perfilan como outsourcing en el lavado de dinero.
Efectivamente el SAT tiene entre sus funciones ir tras la pista de los evasores fiscales a través de su Unidad de Inteligencia Financiera, cuya tarea específica es dar con los “lavadores de dinero”. El país tiene una gran fuga de dinero con la evasión, ese dinero que debería ser para que se ingresara al erario público y atender los gastos de educación, salud, seguridad, desarrollo agropecuario, obra pública, se va a paraísos fiscales como Panamá. Un pequeño país considerado por las empresas evasoras por la facilidad de montar sociedades offshore, las que no desarrollan actividad local, no declaran impuestos y están exoneradas del pago de rentas obtenidas fuera del territorio panameño. Ese es uno de los países que conforman la red de Business Art Group, conforme se puede ver en su espacio en internet.
En el edifico Spectrum, ubicado a menos de 2 kilómetros del SAT de Cancún, se encuentran las oficinas de Business Art Group, pero también de la Notaría 85, a cargo de su titular Ulises Bautista Magallón, el que en su anuncio de Internet muestra su liga con Business Art Group. Eso pasaría inadvertido a no ser que también la patente de cualquier notaría es para dar fe pública y no incluirse en un grupo empresarial. ¿O qué notaría tiene en su identidad pública el logotipo de una empresa?
Y efectivamente dentro de las oficinas del edificio Spectrum el lujo es una de las características, adquirir unas oficinas de poco más de 100 metros cuadrados se valúa en 950 mil dólares, la renta de las lujosas oficinas se ubica en los 148 mil pesos mensuales. Con escaleras y columnas de mármol, todas las áreas amuebladas, sillas Herman Miller, alfombrado, cortinas eléctricas, en fin oficinas que albergan la sede de una presunta red de “lavado de dinero”.