Christina Greer, de 38 años, fue acusada de tener relaciones sexuales con dos menores de edad, también fue acusada de repartir bebidas alcohólicas y dulces con infusión de mariguana a niños de 12 y 13 años, durante una pijamada que tuvo su hija en su casa en 2017.
Luego de la fiesta, obligó a las víctimas a borrar las fotos que capturaron en sus teléfonos y a no decirle a nadie lo que había pasado esa noche; no obstante, la policía encontró imágenes explícitas en uno de los dispositivos móviles de los menores.
La madre de dos niños, fue sentenciada el lunes a una pena de 64 a 102 años de prisión. Según AP, fue hallada culpable en marzo de tres cargos de agresión sexual infantil en primer grado, seis cargos de abuso infantil grave y dos cargos de manipulación de testigos.
“Las víctimas tuvieron que pasar por muchas cosas, por decirlo a la ligera”, dijo el fiscal Phil Kleine, de la oficina del fiscal del condado de Sarpy. “Espero que, con la sentencia del tribunal, las víctimas puedan llegar a algún tipo de catarsis y puedan seguir adelante con sus vidas”.