Villahermosa.- La diputada local del PRI, Katia Ornelas Gil expuso que sólo si no existe parentesco hay que darle vuelta a la página a la polémica que se generó por la compra de insumos médicos que el ISSET realizó la empresa CM del Golfo.
Esto luego que el dueño de CM del Golfo, José Rubén Ferrer del Río, negó ser primo del titular del INSABI, Juan Antonio Ferrer Aguilar.
Como oportuno consideró la asambleista que el empresario tabasqueño diera su versión y aclarará que no tiene vínculos familiares con el funcionario federal, de quien se mencionó habría aprovechado para favorecerse con contratos de millones de pesos.
No estaría de más se haga un esfuerzo y se realice una prueba consanguínea para despejar las dudas sobre el parentesco, declaró la parlamentaria.
Señaló que me parece que el señalamiento que se hace habla entorno a como se toman las decisiones de los recursos públicos, la obligación del estado es transparentar todo al máximo posible, apuntó.
Para combatir los actos de corrupción hay que poner más candados a las licitaciones que realizan las dependencias y los diferentes organismos que integran la administración estatal, puntulizó.
Expresó que el cuestionamiento del reportaje fue en torno a los vínculos y al parentesco, sin embargo también a la adjudicación directa, y esta obedece al mayor de las transparencias.
Ese es el problema de las famosas adjudicaciones directas que para mi yo creo que durante muchos años se había ido consolidando la manera de ir transparentando el ejercicio de los recursos públicos a través de las licitaciones, subrayó.
Para combatir la corrupción hubiera sido mejor ir poniéndole mayores candados a las licitaciones y transparentarlo a través de las cámaras, manifestó.
Y es que de acuerdo al reportaje de Latinus, el ISSET compró 48 millones de pesos de insumos médicos a la constructora propiedad de José Rubén Ferrer del Río, se informó en su momento.