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Incendio por “chispita” en Cunduacán deja daños materiales y un perro herido

Incendio por “chispita” en Cunduacán deja daños materiales y un perro herido

Una sola pirotecnia, conocida como “chispita”, fue suficiente para desatar un incendio que consumió muebles y pertenencias en un domicilio de la ranchería Marín, en el municipio de Cunduacán, Tabasco. El incidente ocurrió la noche del pasado jueves 2 de enero, mientras los integrantes de la familia dormían, ajenos al peligro que se desarrollaba a pocos metros de ellos.

Laura Lázaro Hernández, residente de la vivienda afectada, relató a Telereportaje cómo sucedieron los hechos que dejaron graves daños materiales y a uno de sus perros con quemaduras en el rostro y las patas.

Imágenes de las cámaras de seguridad del domicilio revelaron el momento preciso en que una “chispita” voló hasta la galera donde se almacenaban colchones, sillones, bicicletas, ropa, muebles y diversos objetos de plástico. Lo que comenzó como una pequeña llama se transformó rápidamente en un incendio que arrasó con todo a su paso en esa área de la casa.

Mientras tanto, dentro del hogar, la madre, el padre, la hija y la abuela dormían sin percatarse de lo que ocurría. Sin embargo, la rápida intervención de los vecinos, quienes se cruzaron el portón para alertar a los propietarios, evitó una tragedia mayor. Unidos, lograron contener el fuego antes de que se extendiera a la sala y las habitaciones.

Aunque la familia salió ilesa, las llamas destruyeron prácticamente todos los objetos resguardados en la galera. Lamentablemente, uno de los perros de la familia sufrió quemaduras en el rostro y las patas debido a la intensidad del fuego.

Laura Lázaro Hernández expresó su agradecimiento por la solidaridad de los vecinos y aprovechó la oportunidad para hacer un llamado de atención a los padres de familia:

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“Este incidente debe servir como una advertencia para todos los adultos. La pirotecnia no es un juego, y es imprescindible que los menores no la utilicen sin supervisión. Lo que para algunos es diversión, para otros puede convertirse en una pesadilla.”

El incidente en la ranchería Marín se suma a los múltiples casos que evidencian los riesgos asociados al uso irresponsable de la pirotecnia, especialmente en esta temporada de celebraciones. Las autoridades locales reiteran la importancia de extremar precauciones y evitar que los niños manipulen artefactos explosivos, por muy inofensivos que parezcan.

Gracias a la acción oportuna de los vecinos, esta familia evitó pérdidas humanas. No obstante, los daños materiales y el sufrimiento de su mascota servirán como un recordatorio de que incluso la pirotecnia más pequeña puede causar grandes estragos.

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