*Crédito Ganadero a la Palabra rescata a los que antes estaban olvidados, afirman productores beneficiados*
*•* El Gobierno del Pueblo hizo su parte, ahora nos toca a los pequeños ganaderos hacer producir los paquetes de 10 novillonas y 1 semental para que el hato crezca y se reactive la economía, señalaron
Don Javier Chablé Márquez es un pequeño productor de ganado que tiene su ranchito en el ejido Xicoténcatl, ubicado a unos 12 kilómetros de la Villa Tepetitán, uno de los asentamientos más antiguos de Macuspana. Su actividad, en menor escala, representa el principal medio de sostenimiento económico de su familia.
Ha dedicado más de la mitad de sus 47 años “a trabajar la tierra, a sacarle provecho a las vaquitas”, una situación que, él mismo admite, era cada vez más insostenible debido al abandono al que estuvo condenado el campo durante décadas. Desde hace tiempo luchaba por “un empujoncito”, por un apoyo que le permitiera incrementar sus ingresos para dar una mejor vida a su esposa y sus dos pequeños hijos.
Tocó puertas aquí y allá, y nunca fue escuchado. Su suerte, afirma, cambió con la llegada del Gobierno del Pueblo. “Cuando Javier May anunció el Programa de Crédito Ganadero a la Palabra no creí que fuera a salir beneficiado, pensé que, como siempre me sucedía, iba a quedar afuera”.
Hoy, don Javier Chablé, sin intermediarios, sin trámites engorrosos, sin tantas vueltas, es uno de los primeros 3 mil 330 beneficiarios que apoyará este año, con una inversión social en el sector pecuario de 900 millones de pesos, este programa impulsado por el Gobernador May Rodríguez para incrementar la capacidad productiva de los ganaderos, a través del repoblamiento de especies bovinas en el estado.
Él, al igual que doña Fresia Coll Montalvo, originaria del ejido Maluco primera sección, y don Javier Martínez García, oriundo del ejido Morelos, formaron parte de los primeros 118 pequeños productores de Macuspana que ya recibieron, cada uno, sus paquetes de 10 novillonas, un semental y 110 plantas forestales y frutales, donadas por la Secretaría de Desarrollo Agropecuario y Pesca (SEDAP).
“¡Es una bendición! Estamos agradecidos con el Gobierno del Pueblo por el beneficio del Crédito Ganadero a la Palabra. Vamos a trabajar fuerte para sacarlo adelante y con las nuevas crías ayudar a impulsar una nueva generación de ganaderos”, se compromete Chablé Márquez, quien define a Javier May como un gobernador “que está pendiente y comprometido con el campo”.
Lo que más le convence es que por fin, a diferencia de otros gobiernos, el apoyo se entrega al productor que realmente lo necesita. Antes los beneficios los acaparaban y quedaban en manos de gente que sí tenía posibilidades económicas, pero hoy llegan a las comunidades, a los pueblos, a los ganaderos de abajo, subraya desde el rancho El Recreo, en Tepetitán, donde cargó su camión de redilas con las reses apalabradas.
Doña Fresia Coll comparte el mismo sentimiento de felicidad. Señala que tuvieron que pasar muchos años para que llegara a Tabasco un gobernador que entiende las necesidades de los productores. “El apoyo nos va a ayudar a mejorar nuestra economía y hacer crecer el hato”, remarca. A sus 69 años, reconoce que, tras tanto tiempo de trabajar el campo, a través de la ganadería a pequeña escala, por fin hay un Gobierno que toma en cuenta a las familias rurales.
El Gobierno ya hizo su parte al cumplir lo que prometió, ahora nos toca a nosotros hacer la nuestra, hacer producir las novillonas y los sementales para cumplir con las crías de retorno. Tenemos asesoría de los médicos, una capacitación, y el que tenga interés dará resultados, puntualiza Javier Martínez, otro favorecido por el Crédito Ganadero a la Palabra, un programa que, concluye, “es un sueño hecho realidad”.