Cientos de taxistas se concentraron en el estacionamiento de la plaza Centro Maya, en Playa del Carmen, con la exigencia de que cesen los operativos encubiertos contra el Covid-19, porque son usados por los servidores públicos para pedir ‘moches’ y dejarlos así, llevar más pasaje.
Los conductores de transporte foráneo, taxistas, combis colectivas y transporte turístico, afiliados al Sindicato Lázaro Cárdenas del Río, al Sindicato de Taxistas Tiburones Rojos de Tulum y a la Unión Nacional de Transportistas del Cambio, solicitaron la intervención del gobernador Carlos Joaquín, para frenar los abusos del Instituto de Movilidad del Estado de Quintana Roo y de la Dirección de Transporte y Vialidad Municipal.
Manifestaron que los nueve inspectores de movilidad que se hacen acompañar de grúas, amenazan a los choferes con llevarlos al corralón en caso de no presentar la póliza de seguro, la licencia de chofer, la tarjeta de circulación, placas con refrendo 2020 y el uso de cubrebocas, y haciéndose acreedores de una multa de dos mil pesos, y de cuatro a seis mil pesos por el arrastre de la grúa hasta el corralón.
Pero todo lo pueden obviar si los choferes le dan entre 300 y 600 pesos, para dejarlos ir.
Prácticamente los están cazando a los taxistas y los acorralan cuando algún pasajero se ha quitado el cubrebocas, porque son multados.