Tulum, Quintana Roo.– El diputado federal Enrique “Kike” Vázquez reunió el bloque político más numeroso observado en Quintana Roo rumbo al 2027, al congregar a dos secretarios del gabinete presidencial —Marcelo Ebrard y Josefina Rodríguez—, al coordinador de Morena en San Lázaro, Ricardo Monreal, y a los senadores Manuel Velasco, Gino Segura y Anahí González, en un acto que saturó el municipio de figuras nacionales en plena efervescencia electoral.
A la cita también acudieron operadores estratégicos como Pedro Haces Barba, diputado de Morena y líder de la central sindical CATEM, acompañado de sus hijos, quienes reforzaron la presencia del aparato político-sindical que respalda a “Kike” Vázquez. A ellos se sumó el dirigente estatal del PVEM, Renán Sánchez Tajonar; los exgobernadores Félix González Canto (Quśintana Roo) y Carlos Manuel Merino (Tabasco); así como el fiscal estatal Raciel López y diversos alcaldes y representantes municipales. El anfitrión del encuentro fue el alcalde Diego Castañón, quien asistió en representación de la gobernadora Mara Lezama.
Un bloque de padrinazgos que revela la ruta 2027
El encuentro dejó ver, más allá de la forma, la estructura real que respalda a Enrique “Kike” Vázquez rumbo a la elección municipal: un bloque de padrinazgos nacionales, operadores sindicales y figuras de alto peso político, reunidos de manera estratégica en Tulum para mostrar fuerza y preludiar la competencia interna de Morena. En el centro de ese entramado destacó Ricardo Monreal, uno de los liderazgos más influyentes del partido en la Cámara de Diputados, pieza clave para candidaturas y negociaciones internas. A su lado, Marcelo Ebrard, secretario de Economía, envió un mensaje de apoyo directo desde el gabinete federal; la presencia de la secretaria Josefina Rodríguez reforzó esta señal.
También figuró Pedro Haces Barba, líder de la CATEM y operador del grupo monrealista, cuya participación —junto con la de sus hijos— evidenció que el proyecto de Vázquez no sólo se mueve en el ámbito legislativo, sino dentro de una red sindical y empresarial con capacidad de movilización y presencia territorial. Para los actores locales, esto representa un respaldo tan sólido como controvertido.
El acompañamiento del PVEM, los exgobernadores, alcaldes y figuras clave completó una fotografía política que difícilmente puede leerse como un simple informe, y que marcó el arranque de una operación de posicionamiento previa a la definición de candidaturas.
Mensaje político: Tulum como territorio estratégico
El acto envió dos señales claras al tablero estatal: Tulum se vuelve prioritario para la cúpula nacional debido a su peso turístico, económico y electoral, y la contienda interna se adelantó, con el grupo que respalda a “Kike” Vázquez buscando fijar desde ahora el rumbo de la competencia para 2027. Este despliegue, sin embargo, también dejó otra lectura entre sectores de la militancia y la ciudadanía: la sensación de una candidatura construida desde el centro, con padrinazgos ajenos a la dinámica local y desconectada de los problemas urgentes que enfrenta Tulum, como la inseguridad, el desorden urbano y la presión inmobiliaria sobre el territorio.
Entre el espectáculo político y la agenda local
El evento se realizó en medio de un contexto crítico para el municipio, marcado por extorsiones, ejecuciones, robos violentos, conflictos por el uso de playas y una crisis que ha afectado al turismo y a la confianza de inversionistas. En este escenario, diversos actores locales cuestionaron que el acto de Vázquez se centrara más en mostrar fuerza política que en plantear soluciones concretas a los desafíos del destino. Pese a ello, el informe consolidó la imagen de “Kike” Vázquez como uno de los actores mejor posicionados dentro de Morena para competir por la presidencia municipal de Tulum en 2027, apoyado por una estructura que —por su tamaño y procedencia— ya marca las primeras tensiones y reacomodos en la ruta electoral del estado.
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