Tras cuatro largos meses, Quintana Roo es oficialmente semáforo epidemiológico amarillo por el virus Covid, por el buen trabajo los ciudadanos y las autoridades estatal y municipales, que se empeñaron en aplicar medidas restrictivas y la concientización en el uso del cubrebocas, gel antibacterial y demás medidas sanitarias.
Ayer el gobernador Carlos Joaquín González informó que a partir del lunes 13 de septiembre los once municipios contarán con el amarillo de riesgo de COVID-19, con lo que se cambiarán las restricciones en la movilidad y aforo de establecimientos. La Secretaría de Salud y la Cofepris coadyuvarán en la supervisión de la aplicación de las nuevas medidas por los gobiernos locales.
Con el amarillo, las empresas no esenciales deberán trabajar con el 50 por ciento de su personal; los espacios abiertos mantendrán un aforo del 60 por ciento; las plazas comerciales tendrán el 60por ciento de su capacidad para recibir personas y los restaurantes al 50 por ciento de su aforo, todo con el respeto de su Sana Distancia.
Mercados y supermercados laborarán al 100 por ciento de su capacidad y solo deberá ingresar una persona por familia.
En cuanto a los adultos mayores y niños, la recomendación es que continúen en casa, sin salir, salvo emergencia; los eventos deportivos serán a puerta cerradas y con el 50 por ciento del aforo.
Iglesias, cines, plazas tienen permitido el 60 por ciento del aforo.
Los conciertos, fiestas privadas, eventos y bares continúan suspendidos.