Piden indemnización antes de unirse al Tren Maya
“Los ejidatarios tienen razón en pedir primero que se les resuelvan sus problemas con el gobierno federal antes de cualquier trato para el Tren Maya, porque en algunos casos tienen décadas esperando indemnizaciones por sus tierras”, reconoció Rogelio Jiménez Pons, director del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur).
Aseguró que el gobierno federal no forzará ningún acuerdo con ejidos o comunidades originarias, sino que privilegiará el diálogo y la negociación, e incluso se ofrecerá como interlocutor para resolver problemáticas añejas para después negociar lo relacionado con el Tren Maya.
En el sur de Quintana Roo, mencionó, está pendiente una indemnización que data desde hace más de 10 años por la ampliación de la carretera federal, “esto se tiene que resolver antes que cualquier otra cosa. Estamos ayudando a los ejidos a que cobren sus derechos de vía por proyectos anteriores, carreteras por las que se les adeuda desde décadas”, aseveró Rogelio Jiménez.
Se trata de un asunto que es responsabilidad de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, pero Fonatur está ofreciéndose como mediador para acelerar el pago a los ejidatarios, dijo.
Antiguas deudas pueden frenar el Tren Maya
“El ejido reclama el pago a precio comercial por 120 hectáreas expropiadas en el 2008, el cual estiman en más de 100 millones de pesos. Son adeudos viejos en los que la gente tiene toda la razón; nos dicen que están de acuerdo en incorporarse al Tren Maya, pero que primero les paguen lo que les deben desde hace tiempo, en muchos casos desde hace varias décadas”, añadió.
Jiménez Pons indicó que hasta el momento 98% de los ejidos que se encuentran en el trazo del Tren Maya se ha manifestado a favor del proyecto, lo cual sólo implica que les han otorgado anuencias para realizar estudios de mecánica de suelos en dichas propiedades comunales.
Aunado al tema de la Laguna Om, en el sur del estado están impulsando acuerdos con el ejido de Bacalar para destrabar las negociaciones en torno a la apertura de la zona arqueológica de Ichkabal. (Fuente: Macrix)