La implementación del “Permiso de Sonido” en locales y otros negocios de Chetumal ha generado rechazo entre ciudadanos de Chetumal, quienes consideran que la medida no tiene un impacto real en el medio ambiente y que su verdadero objetivo es la recaudación de fondos.
A través de redes sociales, habitantes han señalado que el cobro, que va desde tres Unidades de Medida y Actualización (UMA) por cuatro horas de sonido hasta tarifas mensuales de 20 UMAs para mercados públicos, carece de una justificación sólida.
El Ayuntamiento de Othón P. Blanco asegura que el permiso busca regular la contaminación auditiva en el municipio. Sin embargo, la falta de transparencia sobre el destino de los recursos ha aumentado el descontento.
Ciudadanos de Chetumal exigen que, en lugar de imponer nuevos cobros, el gobierno municipal atienda problemas prioritarios en la ciudad antes de aplicar medidas que consideran injustificadas.