En Cambio Diario informa que una pareja acusada de abusar y torturar a su hijo sobre fue detenida por las autoridades en la alcaldía de Puerto Aventuras. La captura sucedió tras descubrirse las condiciones inhumanas en las que vivía el menor de tan solo tres años. Se le encontraron al menor signos evidentes de maltrato físico y abuso sexual, presuntamente perpetrados por su padrastro y con la complicidad de su madre.
El infierno en casa: cómo vivía el niño
El menor era mantenido amarrado a un hamaquero, sin recibir alimentos adecuados y siendo víctima de constantes agresiones físicas. Según las autoridades, la pareja utilizaba métodos de castigo extremos, como golpearlo con cinturones, quemarlo con cigarros e incluso introducirlo en un costal como forma de castigo.
Rescate y estado de salud del menor
Gracias a una denuncia ciudadana, elementos del Grupo Especializado en Atención a la Violencia Familiar y de Género (GEAVIG) lograron rescatar al niño y trasladarlo a un centro médico. El examen médico reveló desnutrición avanzada y múltiples lesiones. Actualmente, el menor se encuentra bajo resguardo institucional, recibiendo atención médica y psicológica.
Detención de los responsables y proceso legal
Perla Evelyn “N” y José Miguel “N” fueron detenidos y puestos a disposición del Ministerio Público. Enfrentan cargos por violencia familiar, abuso sexual y tortura. La Fiscalía General del Estado de Quintana Roo ha iniciado el proceso legal correspondiente, y se espera que en los próximos días se
Impacto social y respuesta institucional
Este caso ha generado una fuerte indignación en la sociedad y ha puesto en evidencia la necesidad de fortalecer los mecanismos de protección infantil. Organizaciones civiles y autoridades han reiterado su compromiso para prevenir y sancionar este tipo de delitos, así como para brindar apoyo a las víctimas.
Reflexión final: la urgencia de actuar ante el maltrato infantil
La historia de este niño en Puerto Aventuras nos recuerda la importancia de estar atentos a las señales de abuso y de denunciar cualquier sospecha. La protección de la infancia es responsabilidad de todos, y casos como este deben impulsarnos a actuar con determinación para erradicar el maltrato infantil.