Deysi Yurlani Salazar Dzib, quien ha estado luchando para mejorar la vida de su hija y buscar justicia, ahora enfrenta una nueva forma de agresión: la violencia procesal e institucional.
Su representante legal, Ariadne Song Anguas, ha señalado al juez Joshua Francisco Vázquez Babb, del Juzgado Civil y Familiar Oral de Primera Instancia en Chetumal, como responsable de la revictimización de Salazar Dzib.
A pesar de acudir a la Fiscalía Especializada en Delitos contra la Mujer y por Razones de Género, las denuncias de Salazar Dzib no han avanzado. La situación se agravó el 25 de enero de 2023, cuando fue agredida nuevamente por su ex pareja fuera de su lugar de trabajo.
En un intento por proteger a su hija, ha tratado de limitar las visitas del padre al Centro de Convivencia Familiar (Cecofam) en Chetumal. Sin embargo, el agresor ha utilizado estas visitas como un medio para continuar hostigándola.
Según Song Anguas, cuando Salazar Dzib solicitó la intervención del juez Vázquez Babb para proteger a su hija, se encontró con una respuesta desalentadora: el juez no solo desestimó su solicitud, sino que también la amenazó para que desistiera de sus esfuerzos legales. Esta actitud ha agravado la situación emocional y física de Salazar Dzib.
En un esfuerzo por frenar la violencia, el magistrado Luis Gabino Medina Burgos del Poder Judicial del Estado suspendió las visitas del padre, lo que llevó al agresor a desentenderse de sus responsabilidades familiares.
Aunque Salazar Dzib ya no está en una relación con su agresor, la violencia continúa a través de otros medios, y teme por su seguridad y la de su hija debido a las constantes amenazas.