Miles de fieles celebran a la Virgen de Guadalupe en Playa del Carmen, Cancún y Chetumal, ciudades que este viernes vivieron una de las jornadas religiosas más concurridas del año, marcadas por el profundo fervor que caracteriza esta tradición en Quintana Roo.
Desde la medianoche, santuarios y parroquias dedicados a la Virgen comenzaron a recibir a familias completas, grupos organizados y peregrinaciones provenientes de distintas colonias y comunidades cercanas, que acudieron para agradecer, pedir bendiciones y rendir homenaje a la “Morenita del Tepeyac”.
En Cancún, el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe se convirtió en uno de los puntos con mayor afluencia. La misa principal estuvo encabezada por Pedro Pablo Elizondo, quien recientemente presentó su renuncia como obispo de la Diócesis de Cancún-Chetumal, lo que aportó un sentimiento especial a la ceremonia. Para muchos feligreses, la celebración tuvo un doble significado: la devoción guadalupana y un gesto de despedida hacia el obispo saliente.
Celebraciones multitudinarias en Cancún y Chetumal
En Chetumal, el fervor no fue menor. El Santuario Diocesano Mariano Guadalupano y la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe registraron una amplia participación de fieles que asistieron a misas solemnes, rezos comunitarios y actividades litúrgicas durante todo el día. Las iglesias mantuvieron un flujo constante de visitantes, quienes llegaron algunos con flores, otros con estandartes y muchos más cumpliendo mandas o realizando actos de agradecimiento.
La comunidad católica organizó turnos de oración, cantos y encuentros que fortalecieron la convivencia entre vecinos y familias, convirtiendo a Chetumal en un punto clave de las celebraciones guadalupanas en el sur del estado.
Peregrinaciones y expresiones culturales en Playa del Carmen
Mientras tanto, en Playa del Carmen, la devoción se manifestó tanto dentro como fuera de los templos. La Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe y la Capilla de Nuestra Señora del Carmen, en la Quinta Avenida, registraron una gran asistencia y un constante paso de peregrinaciones a lo largo del día. Las principales vialidades se llenaron de antorchas, danzas, cantos y caminatas organizadas por familias, escuelas, empresas y agrupaciones religiosas locales.
Para muchos habitantes y visitantes, el 12 de diciembre representa un momento profundamente emotivo que combina fe, tradición y convivencia comunitaria.
Operativos de seguridad garantizan una jornada sin incidentes
Debido a la alta concentración de personas, los municipios implementaron operativos de seguridad y vialidad en torno a los templos con mayor afluencia. Los dispositivos permitieron agilizar el tránsito de peregrinos, prevenir accidentes y mantener el orden durante las celebraciones nocturnas.
A pesar de la masiva asistencia, las autoridades reportaron que las actividades se desarrollaron sin incidentes mayores, dando como resultado una jornada de tradición, fe y unidad social en honor a la Virgen de Guadalupe.
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