Madre denuncia impunidad tras abuso sexual infantil. Con un llamado desesperado a las autoridades de Quintana Roo y la voz cargada de dolor, Giorgia Del Grosso, madre de un niño de apenas cuatro años, denunció públicamente que su hijo fue víctima de abuso sexual por parte de su padre, y que, a pesar de haber presentado pruebas contundentes ante la Fiscalía General del Estado, el juez a cargo del caso decidió no vincular al presunto agresor a proceso.
La denuncia fue presentada cuando el menor tenía tres años y diez meses, lo que dio inicio a una serie de investigaciones, peritajes y evaluaciones psicológicas oficiales y particulares, todas coincidentes en la existencia de signos compatibles con abuso sexual infantil.
Evidencias ignoradas por el juez de control
Según relató Del Grosso, entre las pruebas presentadas destacan:
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Un dictamen pericial en paidopsicología realizado por la CEAVEQROO, que concluyó que el niño presentaba síntomas compatibles con abuso sexual.
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Un informe psicológico del DIF de Playa del Carmen, donde el menor relató la “posible comisión de un delito sexual por parte del padre”.
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La declaración directa del niño ante la Fiscalía, en la que expresó que no le gustaban los “juegos” con su papá porque “le pica”.
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Un informe psicológico particular que evidencia conductas postraumáticas.
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Una carta escolar que recomienda atención profesional debido a regresiones emocionales y pérdida del control de esfínteres.
También se suman testimonios de personas cercanas que observaron cambios drásticos en el comportamiento del menor, incluyendo episodios de depresión, insomnio, irritabilidad y sonambulismo.
Decisión judicial genera indignación
Pese a este cúmulo de evidencia, el juez determinó que el niño identificaba los hechos como un juego, y que no señaló explícitamente un “propósito sexual” en los tocamientos, por lo que decidió no vincular al padre a proceso penal.
“El juez no consideró la edad ni el desarrollo cognitivo de mi hijo. Dijo que era un juego que dolía, que quemaba y que no le gustaba. Pero no lo tomaron en cuenta. El sistema de justicia no lo protegió”, denunció la madre, visiblemente afectada.
Colectivos exigen justicia y revisión del caso
Ante esta situación, Del Grosso hizo un llamado público a la gobernadora Mara Lezama, a la presidenta municipal de Solidaridad, Estefanía Mercado, y a los jueces que darán seguimiento al caso, para que eviten que este hecho quede impune.
“Necesito que más ciudadanos sepan cómo están desprotegidos los niños en Quintana Roo. Pido ayuda para que se haga justicia y se proteja la vida de mi hijo”, declaró.
El caso ha generado indignación entre colectivos feministas y organizaciones de derechos de la infancia, que exigen una revisión inmediata de la resolución por parte de la Fiscalía y del Poder Judicial estatal.
Hasta el momento, no hay una postura oficial de la Fiscalía General del Estado ni del Poder Judicial de Quintana Roo.
