La directora general del Instituto de la Cultura y las Artes (ICA) Jacqueline Estrada Peña hizo una entrega simbólica de acervos a mediadores de lectura del sur de Quintana Roo: 14 de los que 32 que corresponden a esta zona geográfica.
La actividad se hizo en el contexto del 25 aniversario del Programa Nacional de Lectura. Los libros fueron sido enviados (110 cajas) por la Secretaría de Cultura federal a Quintana Roo, que cuenta con el Registro Único de Mediadores de Lectura.
El próximo seis de noviembre de 2020, se entregarán 78 cajas de libros en las zonas centro y norte para abarcar así a todos los 33 círculos de lectura y las 77 salas de lectura que funcionan en la entidad e inciden en incrementar la cultura de la población.
Una sala de lectura es un espacio en el que vecinos, amigos, compañeros de escuela, amas de casa, personas privadas de la libertad y todo ciudadano interesado se reúnen para compartir relatos, experiencias, memorias, puntos de vista y anhelos.
Una sala de lectura se forma con un mediador voluntario, una comunidad entusiasta de lectores y un espacio fijo: una cancha deportiva, el salón comunitario, el comedor de la empresa, la sala de una casa, un parque público o la sala de espera de un hospital.
Los mediadores de lectura son ciudadanos voluntarios que actúan libre y generosamente en beneficio de su comunidad, son mujeres y hombres que -con su esfuerzo y dedicación- forman lectores, comparten lecturas y multiplican las conversaciones.
Los mediadores hacen de la lectura una herramienta con la que se construyen puntos de encuentro y se abren ventanas a través de las cuales la gente se mira: lectores ansiosos de participar en sociedad, sin ruidos y sin estridencias, sólo con la fuerza de la palabra.