Coordina gobierno de Quintana Roo afectaciones por las lluvias
Ante la severa emergencia desatada por las lluvias atípicas, la gobernadora Mara Lezama Espinosa lidera desde el Centro de Mando las acciones para salvaguardar a las y los quintanarroenses. En un reciente reporte, Lezama Espinosa detalló la situación climatológica que enfrenta el estado y las medidas implementadas para mitigar sus efectos.
Durante los próximos días, dos ondas tropicales se desplazarán sobre la península de Yucatán, interactuando con una vaguada monzónica, lo que intensificará las lluvias y vientos. Se insta a la población a mantenerse alerta, seguir los avisos oficiales y recurrir al Centro de Mando ante cualquier emergencia.
La coordinación entre autoridades federales, estatales y municipales es constante, operando las 24 horas del día para asistir a la población afectada. Se ha destinado un Paquete Integral de Acciones para Atención de la Emergencia con una inversión inicial de 37 millones de pesos, reflejando el compromiso gubernamental con la seguridad y bienestar de los ciudadanos.
En otro frente, se anunció la reanudación de clases en las escuelas públicas y privadas de Bacalar y Othón P. Blanco a partir del 24 de junio, tras intensos trabajos de limpieza, descacharrización y fumigación en los planteles educativos para asegurar un retorno seguro a las aulas.
El Sistema DIF Quintana Roo, bajo la dirección de Verónica Lezama Espinosa, ha desplegado brigadas para levantar censos, proporcionar raciones calientes y gestionar refugios. Hasta el momento, se han registrado 1,600 censos y se mantiene el monitoreo constante de las instalaciones del DIF para mantener su operatividad.
En cuanto a la infraestructura esencial, los puertos están operativos con restricciones para embarcaciones menores, mientras que el suministro de agua potable se encuentra al 100% en todo el estado. Además, se ha identificado y se trabaja activamente en la reparación de 86 desfondes y 318 baches, críticos en la red de infraestructura urbana.
El manejo de desechos ha sido prioritario, con la remoción de 4,226 toneladas de basura desde el inicio de la emergencia. Expertos trabajan en resolver encharcamientos e inundaciones en áreas vulnerables como Chetumal y Bacalar, mientras se han fumigado 4,044 hectáreas para mitigar riesgos adicionales.
En el ámbito de la salud pública, todos los hospitales y unidades operan al máximo de su capacidad para atender a la población afectada. Caravanas de salud se despliegan en Chetumal, Bacalar y Cancún, brindando asistencia médica continua.
La seguridad ciudadana se mantiene activa con medidas preventivas y de asistencia, incluyendo grúas gratuitas, vigilancia contra actos de rapiña y el apoyo del Ejército, la Guardia Nacional y la Marina en labores de evacuación y distribución de ayuda humanitaria.
En el frente de Protección Civil, se ha bombeado un total de 81,700 metros cúbicos de agua en Chetumal y 14,832 metros cúbicos en Holbox, continuando con las operaciones para mitigar riesgos adicionales. La intensidad de las precipitaciones ha sido notable, alcanzando picos de 151.8 milímetros el 21 de junio, subrayando la urgencia de las acciones emprendidas.
Mara Lezama concluyó reiterando el compromiso del gobierno para mantener programas y acciones operativos las 24 horas del día, priorizando la salud y la vida de todas las quintanarroenses. En momentos de crisis, el enfoque humanista y progresista guía cada decisión gubernamental en beneficio de la comunidad.
Récord de lluvias
En lo que constituye un fenómeno meteorológico sin precedentes en décadas, el municipio de Othón P. Blanco ha enfrentado una acumulación extraordinaria de 518 milímetros de agua en apenas ocho días, marcando un hito climático para la región, según informó la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Desde el Centro de Mando en Chetumal, Érika Ramírez Méndez, directora local de Conagua, junto a la gobernadora Mara Lezama, reveló que las lluvias del 15 y 21 de junio han sido las más intensas registradas en los últimos 72 años. El 15 de junio, Chetumal recibió 137.4 milímetros de precipitación, seguido por 151.8 milímetros el 21 de junio, exacerbando significativamente la situación de emergencia.
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