La Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (CANIRAC) confirmó un escenario alarmante en el sur de Quintana Roo. CANIRAC: reconoce restaurantes en riesgo debido a la drástica caída en ventas que amenaza con cerrar decenas de negocios antes de diciembre, mes clave para la recuperación del sector. En Cambio Diario te trae los detalles.
El presidente de CANIRAC Chetumal-Bacalar, Esteban Mera Villanueva, reconoció que la crisis no solo se debe a la temporada baja, sino a un conjunto de factores económicos y sociales que han reducido el consumo en restaurantes y el flujo turístico.
Cifras que reflejan la gravedad
Los establecimientos han reportado una disminución del 75% al 35% en sus ventas. Esta caída deja a muchos restaurantes sin margen de ganancia y con dificultades para cubrir gastos operativos. CANIRAC: reconoce restaurantes en riesgo y advierte que si la situación no mejora, varios podrían no llegar a fin de año.
El descenso no es reciente: tras el repunte del verano, los indicadores volvieron a niveles críticos. Negocios en Chetumal y Bacalar optan por promociones y descuentos, aunque sin resultados significativos, mientras otros se preparan para cerrar de forma definitiva.
Factores detrás de la crisis
CANIRAC: reconoce restaurantes en riesgo y explica que la falta de visitantes, el bajo poder adquisitivo y el alza de precios en insumos agravan el panorama. Los empresarios han absorbido pérdidas de hasta 20% para evitar subir precios en los menús, pero la estrategia se vuelve insostenible.
El encarecimiento de carnes, verduras y otros productos básicos ha reducido aún más las utilidades. En Calderitas, por ejemplo, la caída en ventas oscila entre el 50% y el 60%, afectando especialmente a negocios nuevos o sin acreditación comercial.
Un fenómeno que se extiende a todo Quintana Roo
La crisis gastronómica no es exclusiva del sur del estado. Durante 2025 han cerrado alrededor de 1,050 restaurantes en todo Quintana Roo, lo que representa el 35% de los negocios registrados. Algunos operan al 40% de su capacidad, mientras otros recurren a créditos para pagar nómina y prestaciones.
En Chetumal, al menos 70 microempresas —incluidos varios restaurantes— cerraron por completo. Muchos empresarios optaron por migrar o dedicarse al comercio informal ante la falta de ingresos estables.
Perspectivas y estrategias de resistencia
Pese al panorama adverso, algunos restauranteros mantienen la esperanza de sobrevivir hasta diciembre, mes de mayor flujo económico. Se prevé la apertura de nuevos establecimientos y ferias gastronómicas que buscan atraer visitantes.
Aun así, la CANIRAC advierte que la situación podría empeorar sin apoyo institucional o estímulos económicos. El sector continúa impulsando promociones, ofertas y créditos blandos para mantenerse a flote, en espera de una recuperación que parece lejana.