Cancún concentra más de la mitad de los casos de VIH-SIDA en Quintana Roo, convirtiéndose en la ciudad con mayor incidencia dentro de la entidad. La mayoría de los diagnósticos afectan a hombres, quienes constituyen aproximadamente 79.2%, mientras que las mujeres representan 20.8% de los casos.
Según datos de la Secretaría de Salud, Quintana Roo lidera en 2025 con una tasa de 32.50 casos nuevos por cada 100 mil habitantes, situándose entre las más altas a nivel nacional.
Esfuerzos institucionales y civiles para la prevención
Naomi Hermida Nieves, titular de la Dirección de Atención a la Diversidad Sexual del Ayuntamiento de Benito Juárez, señaló que se trabaja para unificar esfuerzos con organizaciones civiles con el objetivo de combatir el VIH-SIDA.
El enfoque busca ofrecer una respuesta integral, que no solo incluya la prevención y el tratamiento médico, sino también el apoyo emocional y psicológico para las personas afectadas, considerando que el bienestar afectivo puede influir directamente en la reducción del riesgo de contagio.
Salud emocional, un factor clave para prevenir el VIH
Dorian Elian Alonso Torres, presidente de la Asociación «Alas Prestadas Quintana Roo», destacó la importancia del apoyo emocional en la prevención del VIH. Explicó que muchas familias discriminan y excluyen a jóvenes que reconocen su sexualidad, lo que provoca depresión, ansiedad y prácticas sexuales de riesgo.
«Está siendo uno de los principales factores que detonan problemas como la desinformación y la falta de interés por la prevención, incrementando la incidencia de enfermedades de transmisión sexual», afirmó Alonso Torres. Además, subrayó que algunos jóvenes han intentado quitarse la vida debido a la presión social y familiar.
La asociación brinda apoyo a personas de todas las edades: desde jóvenes que están iniciando su vida sexual, hasta padres interesados en educar a sus hijos y personas de la tercera edad.
Estigma social y sus consecuencias
El estigma y la discriminación siguen siendo barreras importantes. Alonso Torres explicó que muchas personas buscan refugio fuera de sus círculos familiares o de amigos, lo que puede llevarlos a situaciones de violencia, consumo de drogas y abuso sexual, aumentando así la exposición al VIH.
El especialista enfatizó que, a pesar de los avances en la educación y la información sobre salud sexual, el estigma social sigue siendo un problema que requiere atención institucional y comunitaria para garantizar una prevención efectiva y un entorno de apoyo seguro.
Conclusión:
Cancún continúa siendo un punto crítico en la incidencia de VIH-SIDA en Quintana Roo. La combinación de esfuerzos entre autoridades, organizaciones civiles y un enfoque en la salud emocional y afectiva es clave para reducir el contagio y mejorar la calidad de vida de quienes viven con la enfermedad.
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