A pesar de que la Agencia de Proyectos Estratégicos de Quintana Roo (AGEPRO) estima que la construcción podría extenderse hasta junio del próximo año, Lara señaló que la empresa constructora está enfocada en los trabajos del sistema lagunar. Este componente ya ha superado un avance del 60%, y se espera que para finales de este año se complete la parte de la caverna, donde se instalarán las estructuras metálicas.
Lara reconoció que los retrasos en la obra se deben a varios factores, como el descubrimiento de una caverna en el área lagunar, lo que obligó a modificar el proyecto y reforzar la estructura para el puente metálico. Además, los fenómenos meteorológicos causaron interrupciones en los trabajos, lo que llevó a la suspensión de actividades y al resguardo de maquinaria.
El Puente Nichupté tendrá una longitud de 8.8 kilómetros y contará con cuatro carriles: tres para vehículos y uno para ciclistas. También incluirá paraderos para autobuses de pasajeros y un sistema de alumbrado, con el objetivo de facilitar la movilidad de los trabajadores que se trasladan diariamente a la zona hotelera de Cancún.
A pesar de los inconvenientes, Lara aseguró que el Puente Nichupté estará listo para Semana Santa, de acuerdo con las proyecciones de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT). Actualmente, las obras del entronque Colosio están al 99% de avance, y solo se están ajustando detalles de las conexiones a las avenidas Kabah, Bonampak, Tulum y el boulevard Colosio.
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