Una mujer murió degollada en su propia cama, a los pocos días de que había sido liberado de la cárcel, en un posible ajuste de cuentas por parte de grupos criminales.
La víctima, una mesera que trabajaba en el bar “El Muchacho Alegre” hasta que fue detenida, pasó la noche anterior en una fiesta con dos hombres, de acuerdo a testimonios de vecinos, que tuvieron que aguantar el escándalo hasta altas horas de la madrugada.
Hoy todo estuvo en silencio, hasta que a la tarde alguien pasó a verla y la descubrió sin vida en la cama, con la cabeza cubierta en sangre.
Después de la llamada al 911, al lugar arribaron agentes de la Policía Quintana Roo, que acordonaron la zona para que peritos de la Fiscalía General del Estado recaben evidencias y retiraran el cuerpo. Estos expertos rápidamente descubrieron que la víctima había sido degollada.