El pasado lunes, la colonia Valle Verde de Cancún vivió un episodio desgarrador cuando una niña de 11 años, Alondra, perdió la vida en un hecho de violencia que sacudió a toda la comunidad. La menor había salido de su casa a realizar un mandado, pero quedó atrapada en un enfrentamiento entre un hombre perseguido por sicarios y su atacante.
Testigos relataron que el hombre buscó refugio en una tienda cercana, pero al ser descubierto, utilizó a Alondra como escudo humano. Los disparos no tardaron en alcanzarlos a ambos, arrebatándoles la vida al instante. La madre de la niña, presa del dolor, llegó al lugar con la esperanza de encontrar a su hija con vida, pero la tragedia ya estaba consumada.
Autoridades y paramédicos atendieron a los familiares, quienes presentaban crisis nerviosas, mientras especialistas del Grupo Especializado en Atención a la Violencia Familiar y de Género (GEAVI) ofrecían apoyo emocional. La Fiscalía General del Estado ya investiga el caso, tomando declaraciones de testigos y recolectando pruebas en el lugar de los hechos.
La comunidad respondió colocando veladoras y flores en el lugar del incidente, un gesto simbólico para honrar la memoria de Alondra. Este hecho resalta la inseguridad que enfrentan muchas colonias de Cancún, donde la violencia continúa afectando a inocentes.
La tragedia de Alondra recuerda la urgencia de acciones contundentes para proteger a las comunidades y garantizar que la vida de los más vulnerables no siga siendo el precio de las disputas entre el crimen organizado.