La controversia por los cambios a la Ley de Amparo se encendió en el Congreso. En medio del debate político y jurídico, una voz se impuso con firmeza: Monreal descarta retroactividad de Ley de Amparo. El senador de Morena, con larga trayectoria en temas constitucionales, dejó claro que no se puede vulnerar el principio fundamental de irretroactividad de la ley. En Cambio Diario te trae los detalles.
¿División en Morena?
La discusión comenzó debido a un transitorio aprobado en la Cámara de Diputados abrió la posibilidad de que la Ley de Amparo se aplicara con carácter retroactivo. La propuesta generó críticas inmediatas de especialistas y legisladores de oposición.
En este contexto, Ricardo Monreal no dudó en marcar distancia: reconoció que el artículo transitorio era un error y que debía corregirse en el Senado. Con tono firme, aseguró que las instituciones no pueden comprometer la certeza jurídica de los ciudadanos.
Monreal descarta retroactividad de Ley de Amparo
Al subrayar que Monreal descarta retroactividad de Ley de Amparo, el legislador envió un mensaje a su propio partido: “la seguridad jurídica no es negociable”. En varias entrevistas, insistió en que la retroactividad violaría la Constitución de México, lo que haría insostenible cualquier intento de aprobarla en esos términos.
Este posicionamiento no fue únicamente técnico, también político: Monreal recordó que el costo de imponer reformas sin sustento puede ser mayor que el beneficio de una aprobación rápida.
El efecto sobre la reforma a la ley
El pronunciamiento de Monreal llegó en un momento de tensión interna. Algunos diputados de Morena habían defendido la retroactividad. Sin embargo, la voz del coordinador de los diputados de MORENA fue determinante para frenar el impulso.
El contraste fue notorio: mientras que por un lado la Cámara de Diputados parecía dispuesta a acelerar el proceso, en el Senado se impuso la lógica de la revisión. De hecho, Monreal recalcó que no habría un “fast track” en el análisis, porque el tema requería técnica jurídica y consenso, afirmando también que se respetarán los tiempos del proceso.
La política apresurando los procedimientos
El episodio también exhibió las diferencias de estilo dentro del partido. Para Monreal, el camino es la prudencia; para otros, la rapidez. Esa tensión se reflejó incluso en los pasillos, donde se mencionó a Manuel Huerta como el personaje que ingresó la retroactividad al texto de la reforma.
Lo que viene para la Ley de Amparo
El futuro inmediato apunta a que el Senado eliminará la retroactividad del dictamen. No obstante, la discusión más amplia sobre los alcances de la Ley de Amparo continuará. Monreal sugirió que la reforma debe centrarse en evitar abusos del recurso sin poner en riesgo derechos adquiridos.
En otras palabras, se busca un equilibrio entre eficacia judicial y respeto a principios constitucionales. Y, como suele suceder en la política mexicana, no será un camino breve ni lineal.
El mensaje de que Monreal descarta retroactividad de Ley de Amparo marca un parteaguas en el debate legislativo. No solo porque protege la certeza jurídica, sino porque exhibe que incluso dentro de Morena existen matices y resistencias frente a los excesos normativos.
Al final, la discusión sobre el amparo es más que técnica: es un espejo de cómo la política mexicana sigue debatiéndose entre la prisa de legislar y la paciencia de construir consensos.