El sacerdote Salvador Valadez Fuentes fue destituido por el Papá Francisco como presbítero de la Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez por “abusos de autoridad y faltas al sexto mandamiento”, de acuerdo al comunicado emitido por la autoridad eclesiástica.
El portal oficial del vaticano, vatican.va, explica que elsexto mandamiento ordena “No tendrás pensamientos impuros” y en sus diversos apartados, prohíbe todos los pecados contrarios a la castidad.
Los señalamientos contra Fuentes fueron hechos en 2018 por parte de uno de los fundadores de una congregación religiosa, que derivó en una investigación por parte de la Congregación para el Clero.
Durante las indagatorias, el entonces sacerdote fue suspendido del ejercicio público del ministerio sacerdotal.
El sumo pontífice aceptó la dimisión del estado clerical y la dispensa del celibato que el mismo Valadez Fuentes solicitó el 6 de noviembre de 2021 a las autoridades eclesiásticas y con la cual el clérigo queda libre de la promesa realizada y puede contraer matrimonio, pero pierde al mismo tiempo el estado clerico.
Sin embargo, la medida comenzó a ser efectiva desde el 12 de enero de este año, cuando el presbítero fue notificado, por lo que ahora el padre debe buscar cómo responder a su fe en su nueva situación de vida como laico, de acuerdo con el Monseñor Fabio Martínez Castilla, II Arzobispo de Tuxtla Gutiérrez.
Salvador Valadez Fuentes fue en el año 2005 uno de los fundadores de la fraternidad Discípulas de Jesús Buen Pastor y del El Centro Interamericano de Estudios Superiores Evangelii Nuntiandi, ubicados en la capital de Chiapas.
Ambos centros quedarán a cargo de la dirección de Mons.Felipe Aguirre Franco, obispo emérito de Acapulco y del Obispo Diocesano, en este caso Monseñor Fabio Martínez, dado que son institutos que dependen de la Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez.
Reafirmamos nuestro compromiso con las víctimas y quienes se han visto afectadas en su persona e integridad moral, “como obispo estoy dispuesto a escuchar y buscar juntos los caminos de sanación y de misericordia”, enfatizó el monseñor Castilla.