Cinco días después de asumir la presidencia, Donald Trump sorprendió al declarar que las negociaciones con México van “muy bien” durante su participación en el Foro Económico Mundial en Davos. Esta afirmación calmó la preocupación sobre las amenazas previas de imponer aranceles de hasta 25% a México, previstas para comenzar el 1 de febrero.
El cambio de tono en las declaraciones de Trump sorprendió a analistas, pues apenas días antes había mantenido un discurso más agresivo, destacando la posibilidad de aplicar tarifas a productos mexicanos. Sin embargo, en Davos no abordó este tema, lo que generó tranquilidad en el peso mexicano y en los mercados internacionales.
Enrique Quintana, columnista de El Financiero, explicó que Trump parece haber recibido señales positivas de México sobre temas clave como el control de la migración, la lucha contra el crimen organizado y las importaciones provenientes de China. Quintana añadió que pocos conocen el trasfondo de estas comunicaciones, pero apuntó a que los canales de diálogo entre México y Estados Unidos podrían haberse fortalecido de manera inesperada.
A pesar de este giro, Quintana advirtió que las declaraciones de Trump deben tomarse con cautela debido a la naturaleza impredecible del mandatario. Un ejemplo de ello fue su planteamiento en Davos, donde sugirió que las empresas que deseen operar fuera de Estados Unidos pero venderle al país deberán enfrentar aranceles.
En cuanto a México, la presión sobre los aranceles está llevando al gobierno de Claudia Sheinbaum a reforzar sus acciones en la lucha contra la migración ilegal, el tráfico de fentanilo y las operaciones de los cárteles del narcotráfico, según indican los analistas.
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