El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reiteró el jueves su intención de imponer aranceles del 25% a productos provenientes de México y Canadá, incluidos los derivados del petróleo. Esta medida, que había sido anunciada anteriormente durante su campaña presidencial, busca presionar a sus socios comerciales para frenar el tráfico de drogas y la migración hacia su país.
Trump, en declaraciones a la prensa desde la Casa Blanca, indicó que está revisando si los productos petroleros serán incluidos en la lista de productos afectados por los nuevos aranceles. Aunque el gobierno estadounidense no ha confirmado oficialmente la imposición de los aranceles, las palabras del presidente generaron una fuerte reacción en los mercados, impactando el tipo de cambio, que alcanzó un máximo de 20.70 pesos por dólar la noche del jueves, según datos de Investing.com.
El presidente de EE. UU. justificó la medida alegando el elevado déficit comercial con México y Canadá. “Anunciaremos los aranceles sobre Canadá y México por varias razones, especialmente por la gente que llega a nuestro país de manera tan horrible y en tanta cantidad”, expresó Trump. En su mensaje, también indicó que los aranceles serían del 25% tanto para México como para Canadá, aplicados de manera separada.
Los especialistas han señalado que esta medida tendría efectos negativos para las economías de la región. Un informe del Servicio de Investigación del Congreso de Estados Unidos (CRS) detalló que el 71% de las importaciones de crudo de EE. UU. provienen de Canadá y México. Según el reporte, los aranceles más altos podrían afectar el mercado de crudo estadounidense y, por ende, los precios del combustible.
El CRS advirtió que los aranceles podrían reducir la rentabilidad de las refinerías en EE. UU. debido a que estas tendrían que recurrir a otros proveedores de crudo, lo que elevaría los costos y reduciría la eficiencia del suministro. Esto, según los especialistas, podría traducirse en un aumento en los precios de la gasolina, diésel y otros productos derivados del petróleo, especialmente en las regiones más dependientes de las importaciones de crudo.
El informe también señaló que los costos más altos del crudo y los márgenes de ganancia reducidos de las refinerías se reflejarían en los precios mayoristas de los productos petroleros, lo que eventualmente afectaría directamente a los consumidores.
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