El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó el aplazamiento para imponer los nuevos aranceles a México del 30 por ciento a importaciones mexicanas. La decisión se tomó después de una conversación telefónica con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, donde ambos gobiernos destacaron avances en la relación bilateral.
Trump explicó que existe una relación comercial favorable con el gobierno mexicano y señaló que su administración está recibiendo ingresos significativos por los aranceles actualmente vigentes. El anuncio se dio durante su viaje a Corea del Sur, a bordo del Air Force One, donde fue consultado por periodistas.
El gobierno mexicano había adelantado el lunes que los aranceles no entrarían en vigor todavía. La medida estaba prevista para el 1º de noviembre y formaba parte de una serie de tarifas anunciadas previamente para diversos socios comerciales.
¿Qué aranceles estaban programados y cuándo entrarían en vigor?
El plan original contemplaba imponer tarifas de 30 por ciento a una amplia gama de productos mexicanos exportados a Estados Unidos. La medida excluía aquellos bienes protegidos por el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Estas tarifas fueron anunciadas el 2 de abril como parte de una política denominada por la administración estadounidense como aranceles “recíprocos”. Esta política buscaba aplicar tarifas equivalentes a las que enfrentan productos estadounidenses en otros mercados.
La entrada en vigor estaba programada para el 1º de noviembre, pero ahora queda temporalmente detenida mientras se concluyen negociaciones pendientes.
¿Qué factores influyeron en el aplazamiento?
La presidenta Claudia Sheinbaum informó que la conversación del sábado con Trump fue determinante para posponer la medida. Durante la llamada, ambos mandatarios revisaron el avance de conversaciones en distintos temas bilaterales, como comercio, migración y seguridad fronteriza.
Sheinbaum explicó que aún existen 54 barreras no arancelarias pendientes de resolución y que se acordó otorgar unas semanas adicionales para cerrar el proceso. Según la presidenta, las negociaciones registran progresos y existe disposición de ambas partes para llegar a un acuerdo.
¿Cuál es la postura del gobierno de Estados Unidos?
Trump señaló que la relación actual con México es positiva y productiva. Destacó que ya existen ingresos relevantes derivados de los aranceles vigentes sobre mercancías mexicanas. Con el aplazamiento, la administración estadounidense busca continuar las negociaciones antes de aplicar nuevas medidas.
Aunque no se estableció una fecha definitiva para la conclusión de los acuerdos, el gobierno estadounidense mostró interés en mantener el diálogo para asegurar un resultado favorable.
¿Qué implicaciones económicas puede tener el aplazamiento?
El aplazamiento reduce temporalmente la presión sobre los sectores productivos mexicanos que exportan a Estados Unidos. Sin embargo, la posibilidad de aplicar los nuevos aranceles a México permanece abierta mientras continúan las negociaciones.
El resultado de las conversaciones determinará si se mantiene el marco actual del comercio bilateral o si se implementan nuevas tarifas que podrían afectar distintas ramas productivas, cadenas de suministro y costos de exportación.
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