Sector pesquero en Yucatán enfrenta un 2025 complicado por pesca ilegal y bajas capturas de pulpo y mero
El sector pesquero de Yucatán inicia el 2025 con un panorama complicado debido al aumento de la pesca furtiva y la disminución en las capturas de especies clave como el pulpo y el mero. Estos desafíos están afectando la economía de la región, especialmente en las zonas costeras, donde la pesca es una actividad fundamental para muchas familias.
Según la Cámara Nacional de la Industria Pesquera y Acuícola, los puertos de Dzilam de Bravo y Celestún han sido identificados como puntos críticos para la pesca ilegal, una práctica que pone en riesgo la sostenibilidad de los recursos pesqueros locales. La pesca furtiva no solo está afectando la población de pulpo y mero, sino también otras especies como el pepino de mar, cuya captura está prohibida por su estado de conservación.
Karim Saidén, miembro del Comité Comunitario de Vigilancia Pesquera de Dzilam de Bravo, destacó que los pescadores furtivos utilizan técnicas destructivas, como el empleo de cloro para extraer pulpos de sus cuevas, lo que no solo mata a los animales, sino que también daña el hábitat marino, un proceso que podría tener efectos negativos a largo plazo en el ecosistema.
En el último trimestre de 2024, las autoridades decomisaron más de 300 kilos de pepino de mar, pero los responsables no han enfrentado consecuencias significativas, lo que genera frustración en la comunidad. Ante la falta de respuesta por parte de las autoridades estatales y federales, los pescadores de Dzilam de Bravo decidieron formar un grupo de vigilancia pesquera para combatir esta problemática, realizando investigaciones y denunciando las prácticas ilegales en la región.
