El Pipazo en Iztapalapa ya deja 31 muertos luego de confirmarse el fallecimiento del médico urólogo Óscar Uriel García Rivera, de 31 años. El joven permaneció hospitalizado casi tres semanas debido a la gravedad de las quemaduras sufridas y perdió la vida el pasado 27 de septiembre. En Cambio Diario en seguimiento tras este lamentable incidente.
Su caso refleja la dimensión humana de esta tragedia, pues a pesar de los esfuerzos médicos no logró recuperarse. Su historia se suma a la de otras víctimas que han muerto días después del siniestro, mostrando que el saldo continúa en aumento.
La víctima número 31 y su trayectoria
Óscar Uriel García Rivera se formaba como urólogo en el Hospital 20 de Noviembre del ISSSTE. Tras el accidente fue ingresado en estado crítico, con quemaduras severas en gran parte de su cuerpo. Resistió varios días, pero su estado se complicó hasta provocar su fallecimiento.
Con su muerte, la lista de víctimas asciende a 31. Entre los fallecidos también figuran un estudiante del Instituto Politécnico Nacional, un mecánico y una joven de 21 años. El Pipazo en Iztapalapa ya deja 31 muertos y ha impactado profundamente a familias y comunidades que hoy exigen justicia.
Heridos aún en hospitales
La Secretaría de Salud de la Ciudad de México informó que todavía hay 13 personas hospitalizadas, cuatro de ellas menores de edad. Los pacientes enfrentan quemaduras extensas y complicaciones que requieren atención prolongada.
Aunque varias de estas personas han mostrado avances, otras continúan en estado delicado. El accidente no solo dejó muertes inmediatas, sino también lesiones que representan un reto para el sistema de salud. El hecho de que el Pipazo en Iztapalapa ya deja 31 muertos demuestra la magnitud del daño causado.
Justicia y reparación del daño
Familiares de los afectados insisten en que la empresa Transportadora Silza, dueña del vehículo involucrado, debe garantizar la reparación integral. También piden una investigación transparente para deslindar responsabilidades y asegurar que tragedias como esta no se repitan.
La sociedad capitalina ha mostrado solidaridad con las familias y exige respuestas claras de las autoridades. Con cada nueva víctima, la presión aumenta para que se haga justicia. Hoy, el Pipazo en Iztapalapa ya deja 31 muertos, y la exigencia de verdad y reparación es más fuerte que nunca.
