Entre el 8 y el 10 de octubre, la tormenta tropical Raymond, junto con los remanentes de Priscila, descargó lluvias torrenciales sobre el oriente y centro del país, dejando un panorama de ríos desbordados, laderas fracturadas, miles de viviendas bajo el agua y daños en la infraestructura energética del país. Veracruz y Puebla concentran la mayor parte de los daños, comparables con los del diluvio de 1999. En Cambio Diario te trae los detalles.
El fenómeno —alimentado por vaguadas locales y humedad persistente— provocó inundaciones en al menos 48 municipios veracruzanos y 26 en la Sierra Norte de Puebla, dejando 22 personas fallecidas, 13 desaparecidas y miles de damnificados, estando el cálculo en alrededor de los 100 mil. Las presas La Soledad y Necaxa alcanzaron niveles críticos, por lo que se procedió al desfogue, mientras que el Servicio Meteorológico Nacional anticipa lluvias hasta el 14 de octubre.
Parte de daños por las inundaciones en Veracruz y Puebla, la respuesta del sector energético
A pesar de la magnitud del temporal, la infraestructura energética nacional ha resistido con solidez. PEMEX confirmó la operación normal de la Terminal de Almacenamiento y Distribución de Poza Rica. Se informa que el abasto regional de combustibles continúa bajo estrictos protocolos de seguridad. El personal en sitio asegura el control de niveles de agua y la continuidad en la recepción y despacho de productos.
En Puebla, la empresa reportó un incidente en un ducto de gas en la zona Xicotepec–Villa Ávila Camacho, derivado de un deslave. La explosión posterior fue controlada sin víctimas ni derrames mayores. Las evaluaciones ambientales preliminares descartan impactos graves, aunque continúan las inspecciones.
Por su parte, la CFE informó que 96.4% de los usuarios afectados en Veracruz y Puebla ya fueron reconectados. El operativo desplegado incluyó 174 electricistas, 36 grúas y 28 vehículos, además de cortes preventivos en zonas inundadas para evitar accidentes eléctricos.
Coordinación federal ante la emergencia
La coordinación interinstitucional resultó vital para contener los efectos de la tormenta. CFE trabaja junto a SEDENA, SEMAR, Conagua y Protección Civil para priorizar hospitales, albergues y comunidades rurales. El Centro Nacional de Control del Gas Natural (CENAGAS) reportó operación normal en el Sistrangas y monitoreo constante de ductos por saturación de suelos.
El presidente sostuvo una reunión de emergencia con los gobernadores de Veracruz y Puebla, orientada a acelerar la reconstrucción y activar apoyos directos. Se mantienen activos el Plan DN-III-E y el Plan Marina, con despliegues en zonas anegadas y puntos de rescate.
Comunidades afectadas
En Poza Rica, el desbordamiento del río Cazones dejó más de 40 colonias bajo el agua y 5,000 personas en albergues temporales. Se considera que este numero crecerá con el correr de las horas. La operación energética sigue estable. Reportan de Puebla derrumbes en carreteras y la incomunicación de al menos cinco municipios complicaron la entrega de víveres y suministros. Lamentablemente, se registró en Poza Rica el saqueo de una tienda de conveniencia.
En ambos estados, la población ha mostrado una respuesta solidaria: cuadrillas de vecinos colaboran en limpieza de calles y centros de acopio, mientras las brigadas federales restablecen caminos y líneas eléctricas.
Evaluación general e impacto nacional
Hasta ahora, el parte de daños ocurridos por los inundaciones en Veracruz y Puebla la tormenta se concentra en infraestructura civil, caminos y viviendas, sin comprometer el suministro energético nacional. Los niveles de los ríos y presas se mantienen bajo monitoreo permanente.
El abasto de gas natural sigue estable, sin interrupciones en los sectores industrial o residencial. De mantenerse el patrón de lluvias, se prevé una recarga favorable de presas y acuíferos, lo que podría mitigar el impacto de la sequía acumulada durante el año.