Raúl Olmos, director de la Unidad de Periodismo de Mexicanos Unidos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), reveló que la pista para comenzar el reportaje en torno a la casa de Houston, en la que vivieron el hijo del presidente y su esposa, salió del entorno de la Presidencia de la República.
Olmos explicó que el objetivo de dicho reportaje fue mostrar la contradicción entre el decir y el hacer del presidente Andrés Manuel López Obrador.
“El caso de la casa de Houston. ¿Cómo lo conocimos? Lo conocimos de una fuente dentro de la Presidencia, y qué bueno que lo escuche el gobierno federal, porque de adentro salió una pista que seguimos y como decimos en el periodismo de investigación: esa fue la cola de la rata que tuvimos que jalar para encontrar y descubrir los elementos potentes de esta investigación”, explicó Olmos.
En un evento transmitido a través de los canales digitales de MCCI, Olmos dijo que tras seguir la pista, fueron hallando en el camino otros elementos, como la conexión entre el hijo del presidente, José Ramón López Beltrán, y un contratista cercano al gobierno de México.
“Y luego surgieron otros elementos periodísticos como el posible conflicto de interés y de ahí se van derivando otros, como la confesión que dio José Ramón acerca de que hay un vínculo entre él como empleado de los hijos de un contratista o empresario cercano al gobierno. Es decir, esa cola de la rata de la que jalamos nos está dando muchísima materia”, mencionó.
Por su parte, María Amparo Casar, presidenta de MCCI, dijo estar sorprendida por la revelación de Olmos, respecto a que la pista para realizar el reportaje de la casa de Houston salió de Presidencia.
“Yo le voy a hacer un reclamo a Raúl porque me estoy enterando al mismo tiempo que ustedes de cómo fue esto y eso que soy la presidenta de Mexicanos Contra la Corrupción”, bromeó Casar.
Olmos insistió en que seguir esa pista ayudó a encontrar la historia en torno a la renta de una casa en Houston, Texas, por parte del hijo del presidente y de su esposa, Carolyn Adams, a Keith Schilling, propietario de Barker Hughes, empresa contratista de Petróleos Mexicanos (Pemex).
“La pista, una pista de adentro, que nos dice: chequen. Y empezamos a checar y verificar y clic, sí dio”, señaló Olmos.