La dirigente nacional de Morena, Luisa María Alcalde escoltada por “adancistas”, enfrenta uno de los momentos más tensos dentro del partido, luego de la solicitud de expulsión contra Adán Augusto López Hernández y la presunta campaña de desprestigio en contra de Andy López Beltrán. Ambos casos reflejan las fracturas internas rumbo a las elecciones de 2027. En Cambio Diario te trae los detalles.
Petición de expulsión contra Adán Augusto López Hernández
La controversia se reavivó tras la denuncia de la exdiputada panista María Elena Pérez-Jaén, quien pidió juicio político y sanciones contra Adán Augusto por su presunta responsabilidad en actos ilícitos cometidos durante su gestión como gobernador de Tabasco. Mientras crecen los señalamientos, intentaran contener los daños en la imagen del partido, al sostener que no existen investigaciones abiertas contra el exsecretario de Gobernación.
Luisa María Alcalde escoltada por “adancistas” ante la campaña contra Andy López Beltrán
A la par, Andy López Beltrán, hijo del expresidente Andrés Manuel López Obrador y actual secretario de Organización de Morena, enfrenta lo que denomina una ofensiva mediática.
Desde acusaciones por un amparo inexistente hasta cuestionamientos por la compra de una obra de arte valuada en 30 mil dólares, la dirigencia morenista ha salido a respaldarlo. Alcalde sostiene que se trata de ataques políticos dirigidos a la familia López Obrador.
Tensiones por candidaturas y pugna interna
La disputa entre los grupos afines a López Hernández y López Beltrán se intensifica con miras a 2027, año clave en el que se renovarán 16 gubernaturas. Luisa María Alcalde escoltada por “adancistas” intenta mantener la unidad, asegurando que las candidaturas se definirán mediante encuestas y no por designación directa.
Sin embargo, al interior del partido crece la percepción de una guerra interna donde cada facción busca asegurar posiciones estratégicas. Analistas advierten que, si las fracturas persisten, Morena podría entrar en una etapa de ruptura similar a la vivida en 2015 con la salida de líderes históricos.
Morena busca controlar el daño
Aunque la presidenta Claudia Sheinbaum ha reiterado que no hay pruebas contra Adán Augusto, el desgaste político es evidente. La dirigencia, encabezada por Luisa María Alcalde escoltada por “adancistas”, enfrenta la difícil tarea de mantener cohesión mientras las pugnas internas amenazan con debilitar al movimiento rumbo a las próximas elecciones.