El explosivo que fue entregado por un motociclista repartidor, envuelto en una caja de regalo causó la muerte de dos personas en un restaurante en la ciudad de Salamanca, Guanajuato. Las víctimas fueron despedidos por sus seres queridos en una ceremonia privada, dicha explosión también dejó lesionados a cuatro personas más.
Uno de los repartidores del restaurante afirmó que “Vamos a estar revisando ahora sí todos los envíos que vengan en bolsas negras, en cajas, que vengan bultos grandes, los vamos a tener que revisar”, detalló Edgar Sandoval.
Edgar Romero, hermano de Mauricio, dueño del establecimiento conocido como Barra 1064, lugar donde ocurrió el hecho, exigió justicia, pero que ésta venga acompañada de la paz, que tanto añoran los salmantinos.
Esta situación provocó un temor generalizado entre restauranteros y comerciantes, quienes aseguran que la ola de violencia ya sobrepasó los límites de la tolerancia.
Por ello, exigen a las autoridades de los 3 niveles de gobierno que dejen de lado sus intereses políticos y se pongan a trabajar por el bien de la población.
Las autoridades se comprometieron a esclarecer el hecho lo antes posible y reforzar la operatividad en materia de vigilancia en esta localidad.