El gobierno federal presentó oficialmente el Paquete Económico 2026, que incluye una serie de aumentos fiscales denominados “impuestos saludables”, dirigidos a desincentivar el consumo de productos considerados dañinos para la salud física y mental de la población mexicana. La propuesta, entregada a la Cámara de Diputados el lunes 9 de septiembre, contempla gravámenes inéditos a videojuegos con contenido violento y aumentos significativos a bebidas azucaradas y productos del tabaco.
Impuesto del 8% a videojuegos violentos: una medida inédita
Una de las propuestas más innovadoras del paquete económico es la aplicación de un Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) del 8% a videojuegos con contenido violento, extremo o clasificados para adultos mayores de 18 años. La medida aplicará tanto a ventas físicas como a servicios digitales de acceso o descarga, afectando a empresas nacionales y extranjeras, incluso aquellas sin establecimiento permanente en México.
La presidenta Sheinbaum defendió la iniciativa señalando que “tiene que ver con temas de seguridad” y explicó que “no vamos a entrar en un tema de prohibición, pero sí de la atención que deben prestar padres y madres de familia al uso de videojuegos”. El gobierno argumenta que estudios recientes han encontrado una relación entre el uso de videojuegos violentos y niveles más altos de agresión entre adolescentes, así como efectos negativos como aislamiento y ansiedad.
Según datos de la Secretaría de Hacienda, la industria de videojuegos en México superó los 2,300 millones de dólares en 2024, con más de 76 millones de jugadores activos, posicionando al país como el décimo mercado mundial. Se estima que este impuesto generará una recaudación de 183 millones de pesos en su primer año de aplicación.
Guerra declarada a los refrescos: duplicación del impuesto
El aumento más significativo recae sobre las bebidas azucaradas, cuyo IEPS pasará de 1.6451 pesos a 3.0818 pesos por litro, prácticamente duplicando el gravamen actual. La medida incluye no solo refrescos regulares, sino también bebidas light, polvos, jarabes y preparados para diluir que contengan azúcares o edulcorantes añadidos, incluyendo endulzantes no calóricos.
México ostenta uno de los mayores niveles de consumo per cápita de refrescos en el mundo, con 166 litros anuales por habitante, y el 76.2% de la población adulta presenta sobrepeso u obesidad. La medida busca contrarrestar estos indicadores alarmantes y generar recursos para atender enfermedades crónicas asociadas con el consumo excesivo de azúcares.
El secretario de Hacienda, Édgar Amador, explicó que esta política “no tiene la finalidad recaudatoria, sino incentivar hábitos de consumo más saludables y contribuir a financiar los costos presupuestarios asociados a enfermedades crónicas”. Se espera que el nuevo impuesto genere recursos significativos que se destinarán íntegramente a un fondo especial de salud pública.
Endurecimiento fiscal al tabaco y productos con nicotina
El sector tabacalero también enfrentará un endurecimiento fiscal considerable. La tasa ad valorem se elevará de 160% a 200%, acompañada de un incremento gradual de la cuota específica hasta 2030, con un período de transición entre 2026 y 2029. Adicionalmente, se incorporarán al esquema impositivo los nuevos productos que contienen nicotina, conocidos como “bolsas de nicotina”.
Esta medida responde al hecho de que el consumo de tabaco se asocia con la muerte de 63,000 personas cada año en México, generando costos en atención médica por enfermedades relacionadas que ascienden a 116,000 millones de pesos anuales. Los recursos obtenidos se destinarán a programas de prevención y atención de enfermedades vinculadas con el tabaquismo.
Justificación de salud pública vs. recaudación
La presidenta Sheinbaum fue enfática al aclarar que estos impuestos “no tienen fines recaudatorios” sino que responden a una estrategia integral de salud pública. “Es una decisión no recaudatoria, sino que tiene que ver con la salud de las y los mexicanos”, enfatizó durante su conferencia matutina del martes 10 de septiembre.
El gobierno estima que en conjunto, los nuevos impuestos a bebidas azucaradas y tabaco generarán aproximadamente 41,000 millones de pesos adicionales en 2026, recursos que serán destinados exclusivamente a fortalecer el sistema de salud y programas de prevención. La Secretaría de Salud detallará esta semana cómo se utilizarán estos recursos en programas específicos de atención y prevención.
Proceso legislativo y entrada en vigor
El Paquete Económico 2026 deberá ser aprobado por la Cámara de Diputados antes del 20 de octubre, mientras que el Senado únicamente revisará la Ley de Ingresos. De aprobarse, estas medidas comenzarían a aplicarse a partir de enero de 2026, consolidando un esquema fiscal que alinea la política tributaria con la promoción de hábitos más saludables.