Osiel Cárdenas Guillén, exlíder y fundador del Cartel de Los Zetas, fue extraditado desde Estados Unidos a México el pasado 10 de diciembre, para enfrentar cargos relacionados con homicidio y posesión ilegal de armas de fuego. La extradición se realizó en el puerto de entrada de San Diego, tras la determinación de las autoridades estadounidenses de que había cumplido su condena de 25 años en una prisión federal por delitos vinculados al narcotráfico y la violencia.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de Estados Unidos comunicó que la operación refleja el compromiso de las autoridades de combatir el crimen organizado transnacional y proteger a las comunidades. Samuel Olson, Director de la Oficina de Campo de ERO Chicago, destacó que este acto es parte del esfuerzo continuo por desmantelar las organizaciones criminales que afectan tanto a México como a Estados Unidos.
Cárdenas Guillén, originario de Matamoros, Tamaulipas, fue liberado en agosto pasado después de cumplir su sentencia en territorio estadounidense. Sin embargo, las autoridades mexicanas habían emitido varias órdenes de arresto en su contra, lo que facilitó su deportación. A su llegada a México, fue trasladado al penal federal de Almoloya de Juárez, conocido como “El Altiplano”.
El exlíder de Los Zetas jugó un papel crucial en la expansión del Cartel del Golfo, especialmente en el noreste de México, donde su organización se destacó por su brutalidad y control sobre el tráfico de drogas. En 2003, fue detenido por el Ejército mexicano en Matamoros tras un fallido intento de escape. Cuatro años después, en 2007, fue extraditado a Estados Unidos, donde permaneció más de 17 años hasta su reciente liberación.