Unos cinco mil pobladores de los municipios de Quechultenango, Mochitlán y Chilpancingo protagonizaron violentos enfrentamientos con más de 500 policías antimotines estatales y de la Guardia Nacional en su intento de ingresar a la capital para exigir la liberación de dos dirigentes detenidos el pasado miércoles, quienes presuntamente portaban drogas y armas.
La situación se agravó cuando los manifestantes lograron robar un vehículo blindado y llegaron a Chilpancingo, donde irrumpieron en Palacio de Gobierno.
Los disturbios continúan en distintos puntos de la ciudad de Chilpancingo, y se ha observado la presencia de tres helicópteros de la Guardia Nacional y la policía estatal sobrevolando la zona. La tensión es alta y las autoridades están trabajando para contener la situación.
Además, se ha informado que más de diez policías estatales y elementos de la Guardia Nacional fueron retenidos por los manifestantes en Guerrero. Esta retención agrava aún más la situación y plantea desafíos adicionales para las autoridades encargadas de mantener el orden.
El enfrentamiento ocurrió alrededor de las 11 de la mañana, a pocos metros de las instalaciones de la Guardia Nacional, en la carretera federal Chilpancingo-Acapulco. La situación rápidamente se intensificó, y los manifestantes lograron apoderarse de una camioneta Black Mamba (Rino) perteneciente a la Policía Estatal, la cual utilizaron para dirigirse a la capital.
Como resultado de estos disturbios, se han tomado medidas de precaución en Chilpancingo y comunidades aledañas. Se han cerrado tiendas departamentales, tiendas, restaurantes y se han suspendido las clases, con el objetivo de garantizar la seguridad de la población y evitar situaciones de riesgo.
TE PUEDE INTERESAR Marcelo Ebrard presenta el Plan Ángel para combatir la violencia en México con tecnología avanzada