El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha anunciado la presentación de cuatro reformas constitucionales ante el Congreso, marcando un nuevo capítulo en su agenda de transformación del país.
Entre las propuestas se incluye la transferencia del control operativo de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional, así como la inclusión en la Constitución de las pensiones para adultos mayores a partir de los 65 años, las destinadas a personas discapacitadas y el Programa Sembrando Vida.
Los senadores de Morena y sus aliados fueron informados de estos objetivos presidenciales durante su reunión plenaria previa al inicio del periodo ordinario de sesiones, que tuvo lugar hoy.
Se subrayó que estas iniciativas se presentan con la intención de consolidar los logros alcanzados en lugar de introducir nuevas políticas en este momento de la administración.
Eduardo Ramírez, coordinador del partido Morena, destacó la disposición del grupo para apoyar al Ejecutivo y aseguró que mantendrán su lealtad y compromiso. A pesar de formar parte de un poder distinto, enfatizó su voluntad de cooperar y trabajar en conjunto.
En un contexto en el que se acerca la definición del candidato presidencial de Morena, Ramírez hizo un llamado a la unidad entre los legisladores. Enfatizó que el proyecto de nación debe prevalecer por encima de las aspiraciones personales y que es fundamental mantener la cohesión y la fraternidad dentro del partido.
En la reunión plenaria, Zoé Robledo, director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), expresó su confianza en que la Cuarta Transformación continuará y que el IMSS Bienestar seguirá siendo una parte integral de la atención médica en el país. Destacó la importancia de los próximos 13 meses para construir y consolidar esta institución.
Además, llamó a la defensa de la reforma a la Ley General de Salud aprobada recientemente, que se encuentra bajo revisión en la Corte debido a una acción de inconstitucionalidad. Robledo advirtió que si la reforma se declara inconstitucional, tendría un impacto catastrófico en la atención médica en los estados al cambiar el acceso al Fondo de Salud para el Bienestar del gobierno estatal al IMSS-Bienestar.
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