La Cámara de Diputados aprobó en lo general la reforma constitucional que refuerza el papel de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) como “empresas públicas del Estado”. Además, se reconoce la preponderancia de la CFE en el sector eléctrico frente a las empresas privadas.
Tras una discusión de ocho horas, el pleno avaló la reforma con 353 votos a favor, provenientes de Morena y sus aliados, y 122 en contra de la oposición. Los legisladores de Morena afirmaron que esta medida permitirá al Estado recuperar la soberanía energética, mientras que la oposición advirtió sobre la creación de monopolios que podrían afectar la inversión y la competencia en el sector.
La presidenta de la Comisión de Energía, Rocío Abreu (Morena), defendió la reforma desde la tribuna, calificando de “ignorantes” a los opositores por sugerir que la reforma desalentará la inversión. También señaló que el esquema energético aprobado en 2013 perjudicaba a la CFE, obligándola a pagar a las empresas privadas aunque no cumplieran con su producción de energía.
Durante el debate, la panista Josefina Gamboa Torres criticó a Abreu, recordando que en 2013 ella misma votó a favor de la reforma energética del entonces presidente Enrique Peña Nieto. Gamboa también acusó a la CFE de realizar cobros injustos a los ciudadanos, lo que generó un fuerte cruce de acusaciones entre los legisladores.
A pesar de las críticas, la reforma fue aprobada, sentando las bases para un mayor control estatal sobre el sector energético.
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