Dan el último adiós en el Edomex a Ximena Guzmán, secretaria de Clara Brugada

Este miércoles fue sepultado en el Panteón de Dolores, en la alcaldía Miguel Hidalgo, el cuerpo de José Muñoz
CIUDAD DE MÉXICO.- El cuerpo de Ximena Guzmán, secretaria particular de la jefa de Gobierno, Clara Brugada, quien falleció tras un presunto ataque directo ocurrido la mañana del 20 de mayo sobre Calzada de Tlalpan, permaneció en la funeraria Gayosso hasta este jueves.
Alrededor del mediodía, las autoridades implementaron un operativo vial en las calles James Sullivan y José Rosas Moreno, con la presencia de agentes de tránsito y policías del agrupamiento Zorros. Bajo este fuerte dispositivo de seguridad, la carroza que trasladaba los restos de Ximena Guzmán abandonó la funeraria Gayosso en Sullivan, con destino al panteón “Colinas del Mayorazgo”, ubicado en Juchitepec, Estado de México, donde se realizará su sepultura.
En tanto, este miércoles fue sepultado en el Panteón de Dolores, en la alcaldía Miguel Hidalgo, el cuerpo de José Muñoz, asesor de la Jefatura de Gobierno, quien también perdió la vida en el mismo ataque.
Ambos fueron velados en la funeraria Gayosso, ubicada en la calle James Sullivan, donde se dieron cita familiares, amigos y funcionarios de alto nivel, incluida la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada. El lugar fue resguardado por elementos de la Marina y de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), quienes vigilaron tanto la entrada como los alrededores del inmueble.
El cortejo fúnebre de José Muñoz partió alrededor de la 13:30 horas desde Sullivan hacia el Panteón de Dolores, escoltado por un amplio dispositivo de seguridad que incluyó patrullas, motopatrullas, vehículos oficiales y una caravana de acompañantes.
Los restos llegaron al panteón poco después de las 14:00 horas. La ceremonia fue de carácter privado y se realizó bajo estricta vigilancia, tanto en el exterior como dentro del recinto, con varias unidades de seguridad desplegadas en el lugar.
Durante el sepelio, familiares cargaron el ataúd, rodeados de escoltas. “No nos robarán la utopía”, decía en un cartel colocado junto al féretro de Muñoz.