Un grupo de 11 niños futbolistas, su entrenador y la hija menor de este último fueron privados de la libertad el pasado sábado mientras viajaban por el municipio de Salinas, San Luis Potosí, rumbo a un torneo de fútbol en Zacatecas. Aunque el grupo fue liberado horas después, el incidente ha generado preocupación en la región.
De acuerdo con la fiscal general del estado de San Luis Potosí, María Manuela García Cázares, las víctimas se desplazaban en una camioneta alquilada por la carretera 49 cuando fueron interceptadas por un comando armado. Los delincuentes, quienes portaban armas de fuego, los obligaron a bajar del vehículo y los trasladaron a una casa de seguridad.
El grupo estaba compuesto por 11 menores de edad, integrantes de un equipo de fútbol, y la hija del entrenador, quien también viajaba con ellos. Según informó la fiscal, los secuestradores les despojaron de sus mochilas, teléfonos móviles y del vehículo en el que se transportaban.
Horas después del secuestro, al propagarse la noticia de la desaparición y tras el despliegue de un fuerte operativo de búsqueda por parte de los tres niveles de gobierno, los delincuentes decidieron liberar a los niños y al entrenador. Aunque las víctimas lograron salir ilesas, la camioneta en la que viajaban no fue recuperada.
La fiscal García Cázares indicó que los secuestradores no exigieron rescate en ningún momento, lo que refuerza la hipótesis de que el motivo principal del delito fue el robo. “Eran 12 niños, 11 participantes del torneo y una niña que era la hija del entrenador. Lo único que no se recuperó fue la camioneta en la que viajaban”, declaró.
Investigación en curso
Hasta el momento, no hay detenidos relacionados con este caso. Sin embargo, la fiscal aseguró que las autoridades de San Luis Potosí trabajan en coordinación con las de Zacatecas para determinar el lugar exacto donde fueron liberadas las víctimas y avanzar en las investigaciones.
Además, se están recabando testimonios y pruebas para identificar a los responsables y esclarecer los hechos. García Cázares enfatizó la importancia de la colaboración entre estados, dado que el incidente ocurrió en una región cercana a los límites entre ambas entidades.
Este caso ha vuelto a poner en evidencia la situación de inseguridad que afecta a las carreteras y comunidades de los estados del centro-norte del país, como San Luis Potosí y Zacatecas. Las autoridades han reforzado operativos en la zona, pero la incidencia de delitos como el secuestro y el robo continúa preocupando a los habitantes.