Cámara de Diputados aprobó la creación de la Secretaría de las Mujeres en México
La Cámara de Diputados votó el 13 de noviembre, a favor de la creación de la Secretaría de las Mujeres con 431 votos unánimes. Esta nueva dependencia será liderada por la morenista Citlalli Hernández y comenzará a operar el 1 de enero de 2025, con el objetivo de fortalecer las políticas públicas para la igualdad de género, la prevención de la violencia y el sistema de cuidados en el país.
Entre las funciones principales de la Secretaría estará la formulación y coordinación de políticas con enfoque de género en todos los niveles de gobierno, garantizando igualdad de oportunidades y una vida libre de violencia para mujeres y niñas. Además, suscribirá convenios con dependencias como la Secretaría de Educación Pública y la Secretaría de Salud, promoviendo una cultura de respeto y no discriminación. La Secretaría también realizará estudios e investigaciones para crear un sistema de información sobre la situación de las mujeres en México y participará en foros internacionales para fortalecer los derechos de las mujeres en el ámbito global.
Con esta medida, la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim) quedará adscrita a la nueva Secretaría, permitiendo una mejor coordinación y eficacia en las políticas de género. Este cambio implica la desaparición del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), que actualmente es un organismo público descentralizado y será sustituido para dar paso a la Secretaría de las Mujeres.
La creación de esta Secretaría responde a una iniciativa presentada el 1 de noviembre de 2024 por la presidenta Claudia Sheinbaum, que busca fortalecer la Administración Pública Federal para abordar de manera más efectiva las desigualdades y violencias que afectan a las mujeres en México. La reforma fue turnada a la Comisión de Gobernación y Población, que aprobó el proyecto el 12 de noviembre y lo envió al pleno para su votación final.
Este nuevo rango institucional permitirá a la Secretaría de las Mujeres una interlocución más sólida con otras dependencias y poderes del Estado, mejorando la integración de políticas de género en todas las áreas del gobierno y asumiendo una mayor responsabilidad en la protección de los derechos de las mujeres.