El presidente Andrés Manuel López Obrador instó al Congreso a extender el debate sobre la propuesta de reducir la semana laboral de 48 a 40 horas. Argumentó que hasta ahora parece que el tema no ha sido suficientemente discutido.
Enfatizó la necesidad de una mayor consulta con los diversos actores de la producción, incluyendo trabajadores y empresarios. Anticipó que su gobierno se pronunciará en el momento oportuno sobre estas posibles modificaciones.
Reconoció que incluso entre los empresarios existen posturas divergentes. Mencionó a Carlos Slim, quien se opone a la reforma, abogando por un aumento en el pago al trabajador. Mientras que Carlos Bremer considera que los trabajadores tienen derecho a una mayor convivencia familiar.
Durante su conferencia, López Obrador señaló la importancia de analizar las experiencias de otros países, destacando que en Estados Unidos se paga por hora. Afirmó que no es imperativo que esta reforma sea aprobada antes del 12 de diciembre o durante este periodo de sesiones. Sugirió la posibilidad de ampliar el debate hasta el próximo año antes del inicio del siguiente periodo legislativo.
Al ser cuestionado sobre las consultas previas, el presidente expresó que estas fueron tan poco promovidas que parece que no se llevaron a cabo de manera efectiva. Remarcó que, al impulsar la reforma del outsourcing, se otorgó un plazo más extenso para los debates, y el sector empresarial aceptó continuar discutiendo.
López Obrador concluyó enfatizando que cualquier medida a favor de los trabajadores debe considerarse un acto de justicia y subrayó la importancia de tener en cuenta a todos los involucrados en el proceso productivo.
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