La amenaza de bomba en la UNAM fue reportada durante la madrugada de este jueves. La administración de la Facultad de Economía recibió un mensaje anónimo que advertía sobre la presunta colocación de un artefacto explosivo en los edificios A y B. En Cambio Diario te trae los apartes de lo ocurrido sobre la Amenaza de bomba en la UNAM
De inmediato, la dirección del plantel activó el protocolo correspondiente y ordenó la suspensión inmediata de las actividades. El objetivo fue revisar de manera exhaustiva las instalaciones y resguardar a la comunidad universitaria.
Revisión de instalaciones ante la amenaza de bomba en la UNAM
Las autoridades universitarias notificaron de la situación a la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México. En respuesta, se desplegó al Agrupamiento Fuerza de Tarea “Zorros”, especializado en la atención de riesgos de este tipo.
El equipo realizó recorridos de verificación en las instalaciones de la Facultad de Economía, con el fin de descartar la presencia de explosivos. La suspensión de actividades se mantiene hasta nuevo aviso mientras se completa la inspección.
Facultades que suspendieron actividades
Además de la Facultad de Economía, la Facultad de Derecho informó que las clases y labores administrativas quedaban suspendidas de forma preventiva. La medida fue tomada para salvaguardar a estudiantes y personal, tras la notificación de la amenaza de bomba en la UNAM.
De manera adicional, se recordó que la Facultad de Estudios Superiores (FES) Zaragoza enfrentó un caso similar el 17 de septiembre. En esa fecha, un mensaje anónimo advertía sobre la presunta instalación de artefactos, lo que llevó a suspender todas las actividades académicas y administrativas.
Medidas preventivas en curso
La Universidad Nacional Autónoma de México confirmó que los protocolos de seguridad seguirán activos hasta descartar cualquier riesgo. La prioridad es mantener protegida a la comunidad estudiantil, académica y administrativa en todos los planteles.
La amenaza de bomba en la UNAM ha generado un despliegue coordinado de acciones preventivas. Autoridades universitarias y cuerpos de seguridad trabajan de manera conjunta para garantizar que las actividades puedan reanudarse en condiciones seguras y con total certeza de que no existen peligros en los campus afectados.