Equipos de rescate trabajan intensamente para salvar a personas atrapadas en sus hogares inundados en Florida tras el impacto del huracán Helene.
El ciclón, que tocó tierra como un huracán de categoría 4, generó marejadas ciclónicas y dejó a millones sin electricidad en varios estados. Hasta ahora, al menos 40 personas han perdido la vida en Florida, Georgia, Carolina del Norte y Carolina del Sur.
El gobernador de Georgia, Brian Kemp, informó que hay numerosas personas atrapadas en edificios dañados. Los equipos de emergencia enfrentan dificultades para acceder a algunas áreas y utilizan sierras eléctricas para despejar los caminos.
Helene llegó a la costa el jueves por la noche con vientos sostenidos de 225 km/h en la región de Big Bend, Florida. Los daños se han extendido a cientos de kilómetros, afectando incluso a Carolina del Norte, donde un lago desbordó. Además, varios hospitales en Georgia se quedaron sin electricidad, y uno en Tennessee fue cerrado.
Testimonios de sobrevivientes reflejan la gravedad de la situación. Rhonda Bell, de Georgia, agradeció estar viva después de que un roble cayera sobre su casa. En Perry, Florida, se reportaron daños significativos, incluido el despojo del techo de una iglesia.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, señaló que los daños ocasionados por Helene son peores que los causados por los huracanes Idalia y Debby combinados. El presidente Joe Biden expresó sus oraciones por los sobrevivientes, mientras la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias desplegó a más de 1,500 trabajadores, quienes han realizado cerca de 400 rescates.
En muchas áreas, las personas atrapadas solo pueden ser alcanzadas en botes, y las autoridades advierten sobre los peligros en las aguas inundadas. Hasta la mañana del viernes, más de 4 millones de viviendas y negocios estaban sin electricidad en Florida, Georgia y Carolina del Sur.
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