El Departamento de Justicia de Estados Unidos presentó una acusación formal contra líderes e integrantes del Cártel de Sinaloa, incluyendo cargos por narcoterrorismo, en una acción sin precedentes desde que Washington comenzó a clasificar a cárteles mexicanos como organizaciones terroristas extranjeras.
Durante una conferencia de prensa, el fiscal federal del Distrito Sur de California, Adam Gordon, informó que Pedro Inzunza Noriega y su hijo, Pedro Inzunza Coronel, enfrentan cargos por narcoterrorismo, mientras que otros cinco miembros del cártel, fundado por Joaquín “El Chapo” Guzmán, fueron imputados por delitos relacionados con el tráfico de drogas y lavado de dinero.
“A los líderes del Cártel de Sinaloa los perseguiremos hasta dar con ellos”, advirtió el fiscal.
Esta es la primera vez que el gobierno estadounidense utiliza el cargo de narcoterrorismo contra miembros del crimen organizado mexicano, después de que seis cárteles —entre ellos el de Sinaloa— fueran designados como grupos terroristas extranjeros por autoridades estadounidenses.
La acusación refuerza la postura de Estados Unidos frente al creciente impacto del narcotráfico en su territorio, particularmente en el contexto de la crisis por el fentanilo y otras drogas sintéticas.