Un paso decisivo en la lucha contra el narcotráfico, EU acusa a 34 miembros del Cártel de Sinaloa de narcoterrorismo. La acusación fue presentada por el gobierno estadounidense tras una investigación que reveló la presencia de una red criminal con operaciones dentro y fuera de su territorio. Entre los imputados figuran 32 ciudadanos estadounidenses, un dato que evidencia la profundidad del problema y la amenaza que representa para la seguridad nacional.
La presentación de cargos en Estados Unidos
En Cambio Diario resporta que el Departamento de Justicia detalló que los acusados enfrentan cargos por delitos de narcoterrorismo, tráfico de drogas y financiamiento de actividades violentas. Según las autoridades, este proceso busca frenar el avance del Cártel de Sinaloa y enviar un mensaje claro a quienes intenten replicar estas actividades en suelo estadounidense.
Alcance de las operaciones del Cártel
Los documentos judiciales revelan que los implicados formaban parte de una red trasnacional dedicada al tráfico de fentanilo, metanfetamina y cocaína. Estas sustancias fueron distribuidas a gran escala, generando enormes ganancias que luego eran canalizadas a través de estructuras financieras clandestinas. La gravedad de estas operaciones llevó a las autoridades a catalogarlas como una amenaza directa a la estabilidad social.
Conexiones en territorio estadounidense
La acusación también muestra que la organización tenía líderes estratégicos, operadores logísticos y financieros, algunos de ellos residentes en Estados Unidos. Esta presencia permitió que el cártel expandiera sus operaciones y mantuviera el flujo de drogas y dinero sin depender por completo de contactos en México.
Detalles de los delitos y estructura criminal
Drogas involucradas y métodos de financiamiento
Las investigaciones indican que el grupo traficaba drogas de alto poder adictivo como fentanilo, metanfetamina y cocaína. Para mover sus ganancias, se utilizaban sistemas de lavado de dinero que ocultaban millones de dólares, dificultando el rastreo por parte de las autoridades financieras.
Uso de violencia y control territorial
El gobierno estadounidense sostiene que el Cártel de Sinaloa empleaba tácticas terroristas para mantener su dominio. Estas incluían asesinatos selectivos, amenazas y ataques contra rivales. La violencia era una herramienta para imponer control sobre las comunidades donde operaban, debilitando la autoridad del Estado y evitando la intervención de fuerzas de seguridad.
Autoridades y acciones judiciales
Órdenes de arresto y búsqueda de prófugos
Hasta el momento, las autoridades han emitido múltiples órdenes de arresto y continúan las operaciones para ubicar a los prófugos. Algunos de los señalados ya fueron detenidos, mientras que otros permanecen bajo investigación activa.
Medidas para reforzar la seguridad nacional
El caso permite a las autoridades aplicar cargos que conllevan penas más severas. Este enfoque busca desarticular las redes internas y evitar que estructuras similares operen en el futuro. La estrategia apunta a frenar el tráfico de drogas antes de que alcance nuevas comunidades.
Impacto internacional y mensaje del gobierno
Disuasión a redes criminales
La decisión de acusar por narcoterrorismo envía un mensaje de advertencia a organizaciones delictivas que pretendan operar dentro de Estados Unidos. Las autoridades esperan que este precedente disuada a otros grupos de imitar las tácticas violentas del Cártel de Sinaloa.
Estos son los 34 acusados de narcoterrorismo por EU
La acusación incluye a dos mexicanos y 32 estadounidenses que, según el DOJ, integraban una red que proveía materiales, transportaba drogas y movía millones de dólares. Las autoridades estadounidenses señalan que estos individuos mantenían vínculos directos con altos mandos del Cártel de Sinaloa.
Los dos ciudadanos mexicanos señalados
Los mexicanos acusados son Próspero Coronel Sánchez, alias “Pro”, y José Luis Angulo Soto, conocido también como “José Luis Angulo Cazares” o “El Mi Niño”. Ambos son señalados de participar en la logística de transporte y lavado de dinero, elementos clave para sostener las operaciones del cártel.
Los 32 estadounidenses implicados
Entre los acusados de nacionalidad estadounidense figuran nombres como Earl Frank, Michael Pennel, Chontell Reynolds, Jeffrey Neely, Dereck Turnage, David Allen Day, Dwayne Kimmins y Charles R. Evans. La lista continúa con Shannon Guyton, Kimberly Hoskins, Aundre Vaughn, Germán Ángel Alatorre Monge, Leobardo Alcaraz Ibarra, Miguel Ángel Aramburo Jr., Manuel Buenrostro, Oscar Bryan Castro y Carlos Díaz Jr.
Otros implicados son Alejandro Flores, Armando Gallardo, Karen Gandarillas Carreño, Roberto J. González Jr., Sabrina Danielle Herrera, Mauro Armando Luna Rentería, Lucia Viridiana Montaño, David Alonso Pereda, Memo Pérez, “Demecia Pérez”, Jaqueline Desiree Pikkila Vigueras, Miguel Ríos, Richard Ruiz Jr., Evan Sánchez, Julio Villa Morales, José Espino Zavala y Martín Ismael Zúñiga López.
Repercusiones en México y Estados Unidos
El caso refuerza la cooperación binacional en materia de seguridad y combate al narcotráfico. México y Estados Unidos trabajan de manera conjunta para identificar a los responsables y cortar las rutas de tráfico que alimentan este mercado ilegal.