La duración del cierre de gobierno en Estados Unidos alcanzó 36 días, superando el récord establecido en 2019, mientras el Congreso permanece dividido entre republicanos y demócratas, lo que mantiene paralizadas varias funciones federales y afecta a millones de personas que dependen de servicios y apoyos públicos.
¿Por qué se extendió el cierre de gobierno?
El cierre inició cuando el Congreso no consiguió aprobar a tiempo un presupuesto para financiar las agencias federales al comenzar el nuevo año fiscal el 1 de octubre. Desde entonces, no ha habido un acuerdo entre ambos partidos para destrabar el conflicto.
Los republicanos cuentan con mayorías ajustadas en ambas cámaras y buscaban que cinco senadores demócratas respaldaran una resolución temporal que permitiera mantener los fondos hasta finales de noviembre. Su objetivo era usar ese tiempo para renegociar temas presupuestarios de fondo.
El Partido Demócrata ha mantenido una postura unificada, al señalar que el expresidente Donald Trump y su sector político buscan presionar para avanzar medidas bajo sus propios términos, lo que consideran una estrategia de imposición.
¿Cómo afecta el cierre a los programas sociales?
Una de las consecuencias más visibles ha sido la suspensión y retraso en la entrega de apoyos del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP), destinado a personas de bajos recursos.
La administración federal ha señalado que los beneficiarios deberán esperar más tiempo para recibir estos recursos. Se argumenta que la ausencia de un acuerdo presupuestario impide cumplir en los plazos habituales.
Por su parte, líderes republicanos han sostenido que la reanudación de los apoyos depende de que los demócratas acuerden aprobar el presupuesto para reabrir el gobierno.
¿Qué efectos tiene el cierre en los trabajadores federales?
La parálisis presupuestaria ha dejado a alrededor de 1.4 millones de empleados públicos sin cobrar sus salarios en las últimas seis semanas. Entre ellos se encuentran trabajadores que realizan tareas consideradas esenciales, como agentes de seguridad y controladores aéreos, quienes han continuado laborando sin recibir pago.
Este escenario ha generado presión adicional en sectores fundamentales para la seguridad y operación del país, donde la carga de trabajo se mantiene sin las condiciones laborales normales.
¿Podría afectar el cierre al transporte aéreo?
El secretario de Transporte advirtió que si la duración del cierre de gobierno en Estados Unidos se prolonga una semana más, se podría presentar un escenario de “caos operativo”.
Se indicó que la falta de suficientes controladores aéreos en funciones podría provocar cancelaciones masivas de vuelos y, en casos extremos, el cierre parcial del espacio aéreo para proteger la seguridad de los pasajeros.
¿Qué sigue en la Cámara de representantes?
Hasta ahora no hay señales de un acuerdo inmediato. Las negociaciones continúan, pero la polarización entre ambas partes ha dificultado avances. Mientras los republicanos buscan negociar aspectos estructurales del presupuesto, los demócratas insisten en que el gobierno debe reabrir primero para evitar mayores afectaciones sociales y económicas.
El panorama permanece incierto y dependerá de la disposición de ambas partes para ceder en puntos clave durante las próximas semanas.
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